Se animan a montar parripollos en las esquinas, y dedican buena parte del fin de semana a recaudar fondos para sus hijos. Rifas, venta de comidas, organización de bailes. Todo es bienvenido a la hora de poner el pecho y lograr que los niños, que practican distintos deportes, puedan viajar a otras provincias a competir. Ésta es una realidad que comparten grupos de papás tanto del mundo del ciclismo, como del fútbol, del básquet, del hockey y hasta del rugby.
Los grupos de papás se arman a medida que los chicos comienzan a competir. “Nos fuimos organizando de a poco y formamos una gran familia que acompaña al equipo a todas las canchas mientras tomamos mates. No me veo de otra manera los sábado o domingo”, dijo Marcela
González, que tiene a su hijo jugando al básquet en la UVT. La mujer agregó que “las madres nos ocupamos de la mayoría de las cosas, pero los padres son quienes se ponen frente a la parrilla”.
Los chicos juegan en las inferiores y sus papás son el pilar fundamental en la actividad que practica. Son los que le ponen el pecho a las balas. “Hacemos actividades que no habíamos hecho ni para nuestro viaje de egresados”, dijo Marcela González. Mientras que en algunos clubes trabajan grupos de padres de distintas disciplinas. “En Huazihul trabajamos juntos el hockey sobre césped y el rugby. Generalmente hay muchos familiares entre los deportes”, dijo Agustina Mugnos, jugadora de hockey en primera y madre de un rugbier.
Estos papás se animan a hacer de todo. Organizan rifas, venden empanadas, pollos, paellas y hasta cobran las entradas de los partidos por los torneos locales. A la hora de vender comida, los clubes se ponen de acuerdo para cobrar precios parecidos.
“Una vez que organizamos las reuniones para determinar si se puede viajar, los papás de los chicos se ponen a trabajar raudamente. Hacen de todo”, dijo Emiliano Carrizo, coordinador de las inferiores de fútbol de Alianza. “Generalmente armamos kioscos en las carreras. Todos llevan algo y la plata se reparte. Además, las rifas son infaltables”, contó Armando Ramírez, presidente de la Fundación Planeta Ramírez que organiza las carreras infantiles en el ciclismo de pista y ruta.
Según contaron los papás, desde los clubes se viaja cada vez menos y a sitios más cerca por una cuestión económica. “Afrontar un viaje se hace muy complicado. Nosotros viajamos en el colectivo de la Subsecretaría de Deportes. De esa forma nos ahorramos la mitad del presupuesto”, explicó Ramírez. “Viajar a hoteles es imposible, por eso buscamos las maneras de reducir costos. Por ejemplo, vamos a escuelas y algunos padres lo hacen junto a nosotros para hacer la comida”, dijo Carrizo.
“Desde el club se busca que los torneos sean cerca. Que se pueda ir y volver en el mismo día. Por ejemplo, Mendoza y San Luis”, contó Marcela González.
Para ellos, recaudar fondos es una actividad permanente, más allá de los viajes. Es que además, ese dinero que reúnen se usa para pagar a los árbitros, para comprar accesorios para entrenar y hasta para adquirir camisetas, porque no todos están en condiciones de hacerle frente a la indumentaria que cada deporte requieres, según los papás.
