Triquinosis

La triquinosis, muy común en los cerdos, pero presente en el ganado equino también, es una enfermedad parasitaria causada por un nematodo del género Trichinella, que se adquiere al consumir carne con larvas del parásito.

Presenta síntomas gastrointestinales (diarrea), dolor muscular y articular.

El contagio se produce por la ingestión de carne cruda o poco cocinada, infestada de larvas de este parásito enquistadas en células musculares que se trasforman en células nodriza, donde vive el parásito.

Sus síntomas son malestar abdominal, calambres, diarreas y fiebre. Las complicaciones más frecuentes que puede traer son arritmias, insuficiencia cardíaca, encefalitis y neumonía.

Escherichia coli

La escherichia coli, si bien es una bacteria necesaria para el funcionamiento correcto del proceso digestivo, además de producir las vitaminas B y K, cuando codifica en formas virulentas puede causar diarrea en humanos y otros animales.

Según su fuerza se divide en varias cepas. En muchos países ya hubo casos de muerte con esta bacteria. Generalmente ataca a niños entre 1 año y 8 años. Se produce frecuentemente por la contaminación de alimentos, y posterior mala cocción de los mismos, es decir, a temperaturas internas y externas menores de 70 °C.

Las enfermedades que puede causar son infecciones intestinales y extraintestinales generalmente graves, tales como infecciones del aparato excretor, cistitis, meningitis, peritonitis, mastitis, septicemia y neumonía .

Salmonelosis

La salmonelosis humana es una enfermedad infectocontagiosa producida por enterobacterias del género Salmonella. Su principal manifestación es la gastroenteritis aguda, una de las intoxicaciones alimentarias más comunes causadas por agua y alimentos contaminados, especialmente carnes.

Como síntomas, aparecen escalofríos, cefalea, náuseas, anorexia, tos y diarrea o estreñimiento. La fiebre es prolongada y varía de 38,5 °C a 40 °C. Entre un 20 y un 40 % de los casos presentan dolor abdominal.

Si la enfermedad no se trata, durante la tercera y cuarta semana se dan las complicaciones más serias. Las más frecuentes son las perforaciones intestinales y las enterorragias. Otras menos habituales que también pueden aparecer son abscesos, endocarditis, osteomielitis, meningitis o hepatitis.