Buenos Aires.- Los tres fugados de la cárcel de General Alvear están dispuestos a todo y una muestra de ello fue lo que ocurrió esta mañana. Cerca de las 6 de este jueves, tres policías hacían un control de rutina en una ruta bonaerense, en un radio de 200 kilómetros de la Capital Federal, cuando Martín y Cristian Lanatta; y el otro prófugo del caso, Víctor Schilacchi, pararon una Ford Ranger oscura en la que se mueven desde ayer por la tarde: dos de ellos se bajaron rápidamente del vehículo, y atacaron a tiros a los tres agentes que no esperaban recibir una balacera casi mortal.

Los tres hombres más buscados de la Argentina se subieron entonces rápidamente a la camioneta y siguieron a toda velocidad en la vorágine de huida. Dos policías resultaron heridos, mientras que una tercera agente también recibió el impacto de las balas y debió ser trasladada por vía aérea al hospital Churruca, de la Capital Federal, por un herida vascular.

La situación demuestra que los Lanatta y Víctor Schillaci están prácticamente cercados por las fuerzas de seguridad. Pero al mismo tiempo, como describió una autoridad de la Gobernación de Buenos Aires, ‘son capaces de cualquier cosa antes de volver a la cárcel’

Los prófugos tendrían en su poder chalecos anti-bala y fusiles Fal, elemento que habrían obtenido en la parada ‘técnica’ que realizaron en la quinta de Florencio Varela que fue allanada ayer, y que terminó con la detención de su dueño, Marcelo Melnyk, amigo de los Schilacchi, quien fue detenido y que declaró que el trío de buscados se movilizaba en una Ranger.