Días atrás, los jugadores de rugby de la categoría M-18 del Club Huazihul aparecieron de golpe en las salas del hospital Marcial Quiroga, en Rivadavia. Iban cargados de juguetes y los repartieron entre los niños y las niñas internadas en ese centro de salud, a instancias de una iniciativa que había nacido entre un padre y el cuerpo técnico del club. Como la experiencia dio muy bien resultado, se sumaron jugadores de otras divisiones y el jueves pasado fueron a la escuela Roque Sáenz Peña, de Marquesado, ubicada en calle libertador 7437 Oeste. Los alumnos no podían creerlo cuando vieron a todos los rugbiers entrar a las aulas para llevarles donaciones de todo tipo. Y el día se convirtió en una fiesta, en el mismo patio de la escuela.
