En un aventura que, dicen, no recuerdan en la Iglesia sanjuanina, dos sacerdotes intentarán llegar a lo más alto de la montaña más alta de Sudamérica, el Aconcagua, de 6.960 msnm. Se trata de Víctor Hugo Gallardo y Diego Navarro, quienes integran una expedición con cinco amigos más, quienes ya avanzan sobre ese pico mendocino, para tratar de hacer cumbre el martes 15 de enero.
De los siete, sólo Gallardo tiene experiencia en escalar este tipo de montañas tan altas y de alguna manera es el guía de la expedición. “Será una linda responsabilidad compartir lo que sé y un desafío más. Además siento que es un nuevo regalo que me dio Dios para poder volver al Aconcagua”, contó Gallardo, antes de emprender la travesía.
Gallardo ya hizo cumbre en el Aconcagua en 1996, pero tiene una vasta experiencia como andinista porque ascendió también al Uno de Ansilta (6.200 msnm), al Mercedario (6.700), al Kalapatan (mirador del Everest, 5.400 msnm) y el Island Peak (en Nepal, 6.200), pero además anduvo por cuevas submarinas, caminatas de largo aliento o travesías en bici, como una que realizó uniendo Ushuaia con San Juan y San Juan con La Quiaca.
Navarro, en tanto, es la primera vez que va al Aconcagua, aunque entre sus fieles es conocida la afición que tiene por el deporte, ya que entrena en bicicleta de montaña y es un fanático del trekking y de las carreras pedestres.
Según contaron, la expedición la comenzaron a armar hace unos tres meses, pues requiere de una importante logística. Los dos sacerdotes están aprovechando sus vacaciones anuales, por lo que no afecta su trabajo, explicaron, a la vez que desde el Arzobispado indicaron que tienen reemplazantes en sus parroquias.
El grupo pretende hacer cumbre sin apurar los pasos, tratando de aclimatarse en los distintos refugios que hay en la montaña el tiempo que les sea necesario. Según Gallardo, el salto final a la cima pretenden hacerlo el 15 de enero. De concretarlo, para el párroco de Zonda será justo para un nuevo aniversario de su primer ascenso.
