"Desde las siete y media de la mañana mi celular no paró de sonar. Me llamó mucha gente y también me llegaron muchísimos mensajes. Todos, lógicamente, felicitándome. Por ahí alguna que otra cargada, pero todo con muy buena onda. Recién desde ese momento tomé conciencia de lo que había hecho". Así contó el Turco Kenan cómo vivió el día después de su gol arco a arco. El que le marcó al arquero de GEBA, Pablo Crossio, en el partido que Estudiantil goleó al equipo capitalino por la Liga Nacional de hockey.
El arquero del Albiverde convirtió un gol inédito en el primer tiempo, cuando le pegó fuerte y alto al arco rival y la bocha viajó por el aire y se le incrustó en uno de los ángulos del arco al visitante.
La conquista causó una tremenda admiración en el mundo hockista, por su rareza, y sorprendió a la gente en general. Kenan, cuyo sueño era el de marcar un gol alguna vez, se dio el gusto y hoy lo disfruta. "Te digo la verdad , en ese momento (el partido fue el lunes feriado al mediodía) no lo festejé con todo porque lo primero que pensé fue en el arquero rival. Me dio cosa haberle hecho ese gol, entonces traté de no volverme loco porque me imaginé que para él (por Crossio) la situación era difícil".
El Turco, que ayer, en el día después del histórico gol, entrenaba a los arqueros en Sarmiento de Albardón, volcando su experiencia (también es arquero del seleccionado argentino) a los más pequeños, agregó: "Me llamaron mis familiares, mis amigos y mucha gente del club. Es un orgullo. ¿Si me hacen un gol así? No sé, me dolería mucho. No me sentiría bien porque es algo que no pasa casi nunca".
