Los subsidios del gobierno brasileño a la población pobre alcanzaron en 2009 el récord de 12.454 millones de reales (unos 7.116 millones de dólares), informó ayer el gobierno.

Este importe supuso un aumento del 13,8 por ciento con respecto al año pasado en las transferencias de renta efectuadas dentro del marco del principal programa asistencial del gobierno, Bolsa Familia, informó el ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre en un comunicado.

La variación reflejó tanto el reajuste del diez por ciento en el valor del subsidio, aplicado desde el pasado septiembre, como la inclusión de 1,3 millones de familias en la lista de beneficiadas a lo largo del año.

Actualmente, cerca de 12,3 millones de familias están inscriptas en este programa por el que reciben cuantías mensuales que varían entre 22 y 200 reales (12 y 114 dólares), que son invertidos básicamente en alimentación, material escolar, medicamentos y vestuario infantil, según estudios oficiales.

El ministerio también destinó este año 207,3 millones de reales (unos 118 millones de dólares) para que los ayuntamientos inviertan en planes de gestión del programa asistencial.