Sin Lio Messi, el “Kun” Agüero ni Carlos Tevez, lo oportunidad para ser los dueños del ataque argentino recayó en el “Pipita” Higuaín y el “Pocho” Lavezzi y respondieron con un primer tiempo que los encontró como la mejor sociedad cada vez que la Selección intentó pisar el área brasileña. Y por ello no sorprendió, que a los 33’ diagramaran el único gol argentino, en una sucesión de toques que “ellos” cerraron efectivamente.
Sus respectivos momentos fueron de la mano con el rendimiento del equipo: de mayor a menor. De calidad en sus toques e intenciones, a los nerviosismos y la obligación tras el empate de Brasil en el segundo tiempo.
El gol nacional, por los encasillados “suplentes”, cayó pasando la primera media hora de partido. Comenzó con quite y distribución de Ever Banega, para continuar con el panorama de Di María para meter una asistencia por derecha para Higuaín, y el delantero del Nápoli italiano mandó un centro claro que Lavezzi empujó para que el marcador se abriera con la pelota pasando entre las piernas del arquero Allison.
La dupla de atacantes, que fueron tres junto a Di María, mostró que cuando hubo juego en equipo, fueron una alternativa a tener en cuenta por Martino cuando las “titulares” no pueden estar. Incluso Banega, se asoció a ellos y llegando desde atrás estuvo a punto de anotar el gol del triunfo, pero el palo se lo negó.
