Mientras la obra edilicia avanza rápidamente, se analiza y busca los detalles que harán que el Teatro del Bicentenario sea el segundo más importante del país, después del Colón. Quienes trabajan en su creación no dejan detalles librados al azar. Pensando en la acústica miden desde la distancia entre los balcones del palco hasta en los revestimientos para las paredes. Y analizan particularidades tan específicas como los telones, que se confeccionarán en Italia especialmente para lo que será el corazón de la cultura sanjuanina.

La obra tiene un avance del 35% y va acorde a los tiempos estipulados para que esté terminada en septiembre del año que viene. Mientras, los arquitectos ya buscan asesoramiento y elementos de lo más variados para el interior del edificio. “Para resolver los aspectos vinculados a la acústica de la sala principal, el sector más importante del teatro, trabajamos con dos asesores que fueron quienes se encargaron de la remodelación del Teatro Colón”, contó Rodrigo Bensadón, uno de los técnicos a cargo de la obra. Ellos se encargan de dar directivas vinculadas a los revestimientos, el mobiliario y hasta las telas que se usará.

Según el arquitecto, en esa sala se encuentra el techo más alto del edificio, ubicado sobre el escenario. Desde el exterior se podrá apreciar que llegará a la misma altura que el Centro Cívico. “Las escenografías deberán cambiarse rápidamente. Lo que se hará será levantar una y bajar otra, por lo que se necesita el doble de altura de lo que podrá ver el público desde el interior de la sala”, explicó Bensadón.

En este sector, es donde el acento estará puesto principalmente en la acústica, que determinará la calidad del teatro. Para esto, es que se tiene en cuenta el mobiliario. Las butacas deberán pasar ensayos de laboratorio y tener certificaciones especiales. “Este detalle es importante, porque en estos casos se calcula hasta el espesor de los asientos. Todo influye en cómo funcionará el sonido en el interior de la sala”, comentó el arquitecto. Los mismos aspectos influirán en la elección de las alfombras, que deben tener un espesor determinado, en las cortinas y hasta en los telones del escenario. Según Bensadón, estos últimos serán confeccionados en Italia, en una empresa tan exclusiva que exige que los pedidos se hagan al menos con un año de anticipación. A la vez, todas las telas serán ignífugas, es decir, resistentes al fuego.

En cuanto a la estructura, hasta se pensó en la distancia que debe haber entre los palcos, que son tres en cada una de las paredes de los lados de la sala. Uno, tendrá una elevación mínima desde el suelo y los otros serán en balcón. Se construirán a 4,5 metros de distancia entre sí y estarán revestidos con madera. Mientras que, detrás de ellos se dejará no sólo aberturas para las puertas, sino también aberturas de distintos anchos y de 50 cm de profundidad, ubicadas a diferentes distancias, que estarán cubiertas por cortinas, lo que también ayudará a la acústica. Así, en las paredes habrá sectores con revestimientos absorbentes además de los duros. Y todos tendrán geometrías específicas, con formas irregulares y texturas diversas. El techo también tendrá un tratamiento especial. Contará con 3 cielorrasos aparte de la cobertura de chapa del exterior. Con estas características se logrará aislar la sala para evitar que se oigan sonidos de la calle y de otros sectores del edificio.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, se busca que el teatro italiano, considerado así porque el sector de espectadores tiene forma de herradura, sea ideal para la presentación de las obras líricas de mayor calidad.