El italiano Luca Paolini (Katusha), un veterano de 36 años debutante en el Giro de Italia, obtuvo la mayor victoria de su carrera: ganó en solitario la 3ra Etapa y pasó a comandar la General.
La ronda italiana vivió ayer su tercera jornada entre Sorrento y Marina di Ascena con 222 kilómetros y una jornada donde reinó el caos con numerosas caídas.
En la segunda ascensión puntuable se armó un lío tremendo.
Taborre, que iba escapado fue neutralizado en la subida al Sella di Catona (3ª), donde empezó la exhibición de Hesjedal.
El canadiense, de manera sorprendente lanzó un potente ataque ante el asombro del resto de favoritos, que se movieron como pudieron para abortar su atrevimiento.
Estos latigazos hicieron que el gran grupo quedara totalmente despedazado con el líder, Salvatore Puccio, descolgado.
Coronada la subida con Visconti en primer lugar, comenzó un caótico descenso, que fue de lo más vertiginoso y que propició numerosas caídas, entre las que destacaron las de Betancur y Scarponi, que perdieron tiempo en la llegada a la meta.
Hesjedal volvió a intentarlo, pero los hombres del Astana, con Nibali al frente, estuvieron muy atentos y el canadiense del Garmin tuvo que resignarse a entrar con todos ellos.
No así Paolini, que no tenía nada que perder y que lanzó un poderoso ataque a 6 kilómetros del final. Ninguno salió a su rueda y el del Katusha, gran rodador, logró llegar a meta en solitario con ventaja suficiente para, ayudado por las bonificaciones, vestirse de rosa en la general.
Hoy se disputará la cuarta etapa, entre Policastro Bussentino y Serra San Bruno, 246 kilómetros de media montaña.
