Con sus 22 años, María Fernanda Vidal, abrazaba como podía a las otras candidatas finalizada la elección de la Reina de la Minería. Es que cargaba en una mano un enorme ramo de flores y en la otra el cetro y un poncho entregado por las autoridades de la fiesta. "Lucharé para eliminar los malos mitos de la minería", decía María Fernanda a DIARIO DE CUYO minutos después de que la coronaran soberana la noche de este sábado en Los Berros.
Los fuegos artificiales iluminaban la cara de la morocha y agrandaban aún más la gran sonrisa que tenía. "Mucha gente está en contra de la minería porque no la conoce", comentaba la nueva reina y agregaba "da mucho trabajo a la gente y tiene muchos controles". Además aseguró que en cada evento que pueda va a difundir la minería.
Los primeros votos de la elección no la mostraban como posible reina a María Fernanda que representaba al mineral ópalo, cada candidata representaba a uno diferente. Pero a la mitad del recuento comenzó a repetirse el nombre de la morocha. Ella sacó 18 votos mientras que la virreina, María Florencia Martín, obtuvo 10.
"Con los 1.500 pesos de premio quiero ahorrar para casarme", aseguró la coronada al mismo tiempo que una otra de las candidatas le pedía las sandalias que le había prestado para el concurso. "Es que son muy buenas chicas, la ropa es de casas de moda que nos vistieron, pero las sandalias me las prestó una amiga", reconocía María Fernanda con una gran sonrisa y abrazando a su amiga. Para desilusión de la platea masculina, ella está de novia hace cuatro años y "muy enamorada".
Con varias pasarelas recorridas reconocía que no estuvo tan nerviosa como otras compañeras. La nueva reina fue candidata por Rawson en la Fiesta del Sol de 2008. También reina de la Uva y el Vino ese mismo año además de participar como modelo de ropa en muchas oportunidades. "Una compañera estaba nerviosa y se quería ir a su casa antes de subir al escenario y yo le dije que no se preocupara, que se relajara, que mucha gente estaba esperando verla desfilar y ella lo hizo muy bien", comentó María Fernanda mientras su poncho caía al piso.
