El presente que atraviesa Boca Juniors se siente en los fanáticos. Eso quedó reflejado en el cálido recibimiento que los hinchas xeneizes le dieron al conjunto de Arruabarrena que esta noche enfrentará a San Martín por una nueva fecha del campeonato de Primera División en el Estadio del Bicentenario. El plantel llegó anoche a San Juan y lejos de los multitudinarios recibimientos que acostumbra en cada arribo a San Juan, esta vez la cifra de fanáticos xeneizes fue muy por debajo de lo que se acostumbra cada vez que uno de los grandes del fútbol argentino llega a suelo sanjuanino.

Los 37 grados de temperatura en la calurosa tarde sanjuanina se hicieron sentir en los pocos más de los 100 hinchas que estuvieron para apoyar al equipo de sus amores en el difícil momento que atraviesa y que pone en duda la continuidad de su entrenador. Exactamente a las 22.15 el colectivo que trasladó al plantel desde el aeropuerto arribó al Del Bono Park. Allí se había montado un importante vallado donde a los fanáticos se les hizo prácticamente imposible tener contacto o al menos alcanzar a tomarle fotos a sus ídolos. Es que a diferencia de ocasiones anteriores, el vallado se montó a 50 metros del ingreso al hotel, es decir que los hinchas esperaron por sus ídolos en el estacionamiento del mismo. Sólo algunos pudieron “colarse” por el Casino y llegar al lugar destinado a la prensa y fueron ellos los afortunados de ver a los jugadores de cerca, pero aún así, sin contacto.

El primero en bajar del colectivo fue Carlos Tévez. El “Apache”, con una gorra blanca, casi sufre una caída cuando se resbaló e incluso se le cayó su valija. Fue Carlitos quien se llevó la ovación de los presentes. “Vamos Carlitos que hay que ganar”, le gritaron eufóricos los presentes. El segundo en bajar fue Daniel Osvaldo, quien con un libro en la mano, inmediatamente ingresó al hotel. Fernando Gago lo siguió y atrás apareció el “Cata” Daniel Díaz y unos metros detrás apareció el técnico Rodolfo Arruabarrena. El DT fue quien más cordial se mostró con los hinchas, levantando su brazo ante cada “Vamos Vasco” que le gritaron los hinchas. “Una sonrisa muchachos por lo menos”, le reclamó un hincha que con su celular en la mano esperaba una foto. Y sí, el presente del conjunto Xeneize se notó en los rostros de los jugadores que hoy disputarán un partido clave ante San Martín.

El ingreso no tardó mucho y la desconcentración tampoco. El recibimiento de Boca no fue el mismo de siempre, esta vez hubo lugar sólo para los fieles.