El domingo a la noche Emanuel Guirado, ex arquero de Desamparados fue a festejar a la cancha. Ayer, otro de los símbolos que surgieron de Sportivo fue a recibir a los ascendidos. Lucas Ceballos, hoy en Godoy Cruz de Mendoza, volvió a Puyuta para vivir un momento que no se le pudo dar en su paso por el club. Sin embargo en la sangre de los Ceballos este ascenso está marcado, porque su hermano mayor Santiago logró concretar el objetivo. “Tengo a mi hermano y a mis amigos en el club y no podía dejar de venir”, confesó Lucas. Luego dio su visión del logro: “En los momentos difíciles el equipo salió adelante, porque hubo muchos viajes y superaron todo. Por eso son justos merecedores del ascenso”, agregó el defensor. Sin embargo la nostalgia y el recuerdo lo embargó: “Tengo una envidia sana, lo viví desde afuera, pero espero volver a este club algún día”.
