Buenos Aires, 13 de setiembre.- Mauricio Macri, recién vuelto de Europa, se reunirá esta mañana con su gabinete para discutir dos temas candentes: la toma de colegios secundarios de la Ciudad en reclamo de reformas edilicias y el derrumbe del boliche Beara, en Palermo.
Con respecto a la protesta estudiantil, el jefe de Gobierno sostuvo que sólo la lleva adelante una "pequeñísima minoría".
En declaraciones a Canal 9, Macri calificó el movimiento de "práctica autoritaria, intolerante y de prepotencia", debido a que "el derecho a protestar existe y está bien, pero no violando el derecho de los demás". "El derecho a educarse lo tienen todos y lo están perdiendo", opinó.
El jefe de Gobierno también criticó a todos aquellos funcionarios que alientan las tomas, porque consideró que "empujan a los chicos a hacer un ingreso a la política de una mala manera".
Finalmente, señaló que su administración ha "batido récords de inversión" en el área educativa, "más en infraestructura escolar que los gobiernos de (Jorge) Telerman y (Aníbal) Ibarra". Según sostuvo, el PRO "revirtió más de 10 años de decadencia" en la materia. "No los voy a recibir frente a estas proclamas antidemocráticas", concluyó.
Hoy se cumple un mes de iniciado el conflicto. El 13 de agosto, el colegio Manuel Belgrano inició la protesta, en reclamo de mejoras edilicias, viandas y becas. Se sumaron una veintena de establecimientos y tres facultades, en solidaridad con los alumnos afectados y también como queja por las malas condiciones en las que se encuentran sus propios edificios.
