El presidente Mauricio Macri arribó ayer a la ciudad rionegrina de Bariloche, desde donde se trasladó hasta Villa La Angostura para iniciar un período de descanso hasta el próximo 4 de enero cuando se reincorpore al trabajo con la convocatoria al diálogo social y un acuerdo de precios entre sus prioridades.
El mandatario aterrizó en suelo barilochense a las 12 a bordo del avión Tango 10 en el que se trasladó con su familia, y desde el aeropuerto internacional Teniente Luis Candelaria viajó en un helicóptero oficial hasta un complejo habitacional de la ciudad neuquina donde pasará unos días de descanso. No obstante, Macri tiene previsto durante estos días reunirse con los productores frutícolas, pero además visitará algunas localidades cordilleranas.
Macri junto a su esposa Juliana Awada y su hija Antonia llegaron cerca del mediodía a Bariloche, donde el avión presidencial Tango 10 se instaló en un sector restringido al público.
Alejado del sector de los pasajeros, el Presidente y su familia abordaron el helicóptero presidencial color blanco que a las 12.15 emprendió vuelo rumbo a Villa La Angostura, ubicada a unos 82 km de Bariloche.
De acuerdo a lo informado, el jefe de Estado tendría previsto, entre el lunes y el martes, viajar hasta Cipolletti para reunirse con empresarios y productores frutícolas, que durante este año realizaron distintas protestas en reclamo de medidas para las economías regionales por la caída de los precios y las exportaciones.
Se especula que durante su estancia en la Patagonia, el Presidente también se reunirá con intendentes de la región como el jefe comunal de Bariloche, Gustavo Gennuso, que responde al gobernador Alberto Weretilneck. Además mantuvo reuniones con funcionarios en la Casa Rosada, donde encabezó la segunda reunión de Gabinete de su gestión, en la que discutieron sobre precios, las inundaciones en Entre Ríos y la intervención en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA).
Según se informó desde el gobierno nacional, Macri retornará a la actividad formal en la Casa Rosada el 4 de enero y entre sus prioridades está la convocatoria al diálogo con empresarios y sindicatos. También está en agenda la idea de avanzar hacia un acuerdo de precios. En ese sentido, ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmó que en enero próximo esperan tener ‘buenas noticias‘ sobre la situación de los precios, aunque remarcó que la inflación ‘no se va a corregir de un día para el otro‘, y remarcó que se está ‘trabajando‘ para ir ‘logrando que no haya más aumentos‘. También llevó tranquilidad sobre el pago de sueldos en las provincias.
