Reconocen que en casa hablan mucho de ciclismo y los obstáculos que debían sortear ayer fueron tema de la semana. Daniela Quiroga y su hijo Ignacio Kalejman compartieron ayer su pasión y también se llevaron a casa un trofeo por la misma posición en carrera. La madre fue segunda en Damas A e Ignacio fue segundo entre los menores. Los dos tienen objetivos concretos, Daniela, que ha hecho mucha ruta y ayer volvía a competir con la bicicleta de ruedas gruesas, aspira a correr todo lo que venga, incluso la Vuelta de San Juan. Ignacio, que participó del Panamericano en Tafí del Valle, tiene en claro que para trascender dentro del MTB debe acostumbrarse a correr cross country. "Me encantaría representar al país en carreras internacionales’, confió el pibe.

Daniela, casada con Néstor Kalejman, sale a entrenar con su hijo mayor y también debe atender las necesidades de Simón y Mateo, de 10 y 8 años, sus otros dos retoños, quienes se dedican al rugby.

"La clave para poder disfrutar de esta actividad está en la organización. Tenemos que ser muy disciplinados con las tareas de cada uno para poder entrenar tres horas diarias’, explicó Daniela.

No es casualidad que integren los grupos de punta en cada una de sus categorías. Entrenan de lunes a sábado con dedicación espartana. Todos los días salen a rodar en sus bicicletas y conjuntamente tienen proyectada una rutina de actividad física en el gimnasio de Gustavo Milla.

Sobre la carrera de ayer, ambos coincidieron que fue linda y entretenida. "Tuvo algunos ascensos muy exigentes y bajadas bastante técnicas’, dijo Ignacio.

Cada vez es mayor la cantidad de padres e hijos que largan en las pruebas locales, como Daniela e Ignacio, en una clara demostración que el deporte es un vehículo para reforzar los lazos familiares.