Cuatro años después del resonante descubrimiento de la Mafia de las 4×4, la Justicia confirmó, por primera vez, la sospecha de que un policía pudo ser partícipe de esa red de maniobras ilegales, que incluía el robo, la adulteración, la venta de autopartes o vehículos doble tracción con documentos
falsos. Así lo entendió el juez federal Leopoldo Rago Gallo, quien procesó a ese efectivo, el sargento de la Policía de Buenos Aires, Darío Gastón González (36) y a quien figura como su cómplice y supuesto cabecilla de la organización, Guillermo Lucas Criscuolo (43), dijeron fuentes judiciales. Les atribuyó asociación ilícita y otros delitos, como encubrimiento agravado, adulteración de un bien registrado por ley, falsificación de documentos y el uso de documentos falsos, precisaron.
Criscuolo fue considerado por más de 3 años uno de los prófugos más buscados hasta que su defensor, Ricardo Moine, consiguió que un tribunal nacional lo eximiera de ir preso. Por eso en marzo pasado, llegó ante el juez, se negó a declarar y siguió libre.
¿Qué vincula a Criscuolo con el sargento? Una clave de acceso al Registro Nacional del Propiedad del Automotor que había sido concedida al policía y, se sospecha, era usada en complicidad con Criscuolo desde una PC para las maniobras de adulteración de los vehículos.
En su fallo, el magistrado también resolvió procesar a un hermano de Criscuolo, Roberto (52) y al padre de ambos, Ruperto (76). Según Moine, les atribuye haber participado en maniobras de adulteración porque tenían a su nombre vehículos con anomalías, aunque ayer precisó que ambos no tienen nada que ver con esos delitos.
Ayer anticipó que, por esa razón, apelará el procesamiento de Ruperto y Roberto Criscuolo ante la Cámara de Apelaciones de Mendoza. Y sostuvo que a su entender Guillermo no es líder ni parte de una asociación ilícita y que, por lo tanto, también buscará revertir esa situación en el tribunal mendocino.
La Mafia de las 4×4 estalló el 12 de julio de 2009, cuando la Policía halló en Ullum una retroexcavadora robada en Mendoza el día anterior. Estaba en una finca administrada por Criscuolo y la sorpresa fue hallar ahí y en otra propiedad otros vehículos robados y centenares de autopartes.
Hasta ahora, el caso tiene a otros 10 procesados por los delitos más graves: Natalia Vignoli (exesposa de Criscuolo), Humberto Vignoli (exsuegro), Mauricio Daniel Olivera, Eduardo Galdeano Mut, Vicente Javier Mancuso, Juan José Quinteros y Gustavo Daniel Olmo.
Y también Pablo Argentino Chatard, Pablo Sebastián Chatard y Mirta Elisa Barud Molina, pero por los supuestos delitos de adulteración de la numeración de un bien registrado legalmente y el uso de documentos adulterados de los vehículos. Todos apelaron.
