La extensa obra literaria de Jorge Luís Borges abarca de manera magistral la poesía, el ensayo y la prosa. Aunque afirmó no tener alumnos, todas las promociones de escritores posteriores a él llevan su impronta, algo que deseamos destacar al haberse cumplido 30 años de su desaparición física.

Traducido a numerosas lenguas Borges, un argentino irreverente irónico y polémico hasta consigo mismo, cobró estatura universal. Su obra literaria se consolidó más allá de sus ideas y actitudes.

Hijo de Jorge Guillermo Borges y de Leonor Acevedo, nació el 24 de agosto de 1899 en Capital Federal. Luego nacería su hermana Norah.

En 1914 los Borges viajaron a Suiza y apenas se instalaron en Ginebra estalló la Primera Guerra Mundial. Pero como Suiza era un país neutral, Jorge Luís pudo ingresar tranquilamente al College Calvin fundado por Italo Calvino.

La familia se quedó en Suiza hasta 1919 y luego a bordo del ‘Victoria Eugenia’ regresó a Buenos Aires.

Decidido a permanecer solo en Europa, hacia fines de 1918, Borges viajó a España donde descubrió el ultraísmo, una de las últimas vanguardias poéticas del momento, que privilegiaba la metáfora y la osadía de las imágenes. En marzo de 1921, volvió a Buenos Aires.

En el hoy desaparecido bar La Perla, en Plaza Once, Borges encontró una nueva tertulia animada por Leopoldo Marechal y Raúl Scalabrini Ortiz. Pero su gran hallazgo fue Macedonio Fernández, mezcla de narrador. humorista y filósofo.

En Prisma, una revista recién fundada aún comulgaba con el ultraísmo, aunque mechado con otras inquietudes, como lo demostró en los poemas de ‘Fervor de Buenos Aires”, su primer libro, publicado en 1923.

Tras un nuevo viaje a Europa para consultar con un oftalmólogo ginebrino -su vista ya manifestaba problemas- en 1925 apareció su segundo libro de poemas: ‘Luna de enfrente’.

Borges nunca fue comunista. Mas bien todo lo contrario. Tampoco fue yrigoyenista. Pero en 1933, el autor de ‘Aleph’ escribió el prólogo a ‘El Paso de los Libres’, un poema épico que Arturo Jauretche, dedicó al último alzamiento militar yrigoyenista, encabezado por el teniente general Bosch durante el gobierno conservador de Agustín P. Justo.

Lejos también de hilvanar una continuidad histórica entre Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón, Borges se vio envuelto en una de las experiencias cruciales que en la década de 1940 vivió la Argentina: el peronismo. Como la mayoría de los intelectuales de la época, tanto de derecha como de izquierda, Borges se opuso a Perón.

Desde 1938 Borges se desempeñaba en un cargo municipal como director de la Biblioteca Pública ‘Miguel Cané’. En 1946, el gobierno lo trasladó al cargo de inspector de ferias municipales.

En 1955, el gobierno militar surgido del golpe que derrocó a Perón -la llamada Revolución Libertadora- nombró a Borges como Director de la Biblioteca Nacional. Luego vendrían los hechos más recientes de su trayectoria, y el reconocimiento nacional e internacional, hasta el que el 14 de junio de 1986 muere en Ginebra de cáncer al hígado.