El capitán de River, Marcelo Gallardo, manifestó ayer que sintió “orgullo por mantener la vigencia” después del empate ante Boca. “Siento un orgullo muy grande por mantenerme vigente. Son virtudes que gracias a Dios todavía sigo teniendo”. Sobre lo que dijo Abbondanzieri de no ponerle barrera en caso de que tenga un hipotético tiro libre en el próximo superclásico, el Muñeco sonrió y tiró: “¿Dijo eso? Bueno, quiere decir que si hay una próxima vez, va a estar más atento. Y si no me pone barrera tendré un poco más de posibilidades”, explicó. Después siguió con lo suyo: “Nadie puede reprocharme nada. Es una pena que el gol no sirvió para ganar un partido de esta envergadura”. “Estos partidos -agregó- hoy por hoy los disfruto más que nunca porque pienso que son los últimos que me quedan, los vivo con una intensidad increíble y es lo que me hace sentir vivo, con ganas de entrenar. Significa mucho ponerme esta camiseta cuando llega el domingo”. Gallardo contó las sensaciones del vestuario millonario: “Al analizarlo en frío tenemos la amargura de no haber definido el partido cuando fuimos superiores. El panorama estuvo favorable en el primer tiempo, eso lo tenemos que guardar como una cosa positiva, porque no es fácil lograr que Boca no tenga situaciones de gol. Nos queda un sabor amargo más a nosotros que a ellos”, subrayó. “Boca no nos supo lastimar salvo el gol, que fue una jugada rápida. No fue un error, fue una virtud de Palermo que convirtió y de Riquelme, cuando le baja la pelota”, explicó.