Aceptó venir a San Juan desde España y disputar este Sudamericano porque quería retirarse con los colores que siempre lo identificaron y a los que ama. Fue, es y será el ´Chirola´. El que anoche usó la camiseta 58, ´su´ número, con el que quizó decirle gracias al hockey sanjuanino, pero sobre todo a Estudiantil y anoche lo dijo adiós con un título y con el gol que sirvió un campeonato.
“Esto es indescriptible, volví a sentir lo mismo que cuando era chico”, dijo Uribe tras el final del juego ante Concepción y con el título ya consumado.
Ahora su vida seguirá en Europa, con su esposa y a la espera de su primer hijo que es su futuro inmediato. Y luego se tomará su tiempo y analizará si sus últimos cartuchos los gasta en un equipo español. Por ahora sonríe y festeja su despedida con sus colores del alma.
