Marinos argentinos armados amenazaron el miércoles pasado con abrir fuego contra funcionarios de Ghana que intentaban que la fragata Libertad se moviera del atracadero que ocupa desde el 2 de octubre, tal como lo ordenó un juez de ese país.
Según publicó ayer el matutino ghanés ‘The Chronicle‘, tras haberle cortado el agua y la electricidad, las autoridades portuarias intentaron acceder a la Fragata, detenida en el puerto de Tema por un embargo del Fondo NML Elliot.
‘Exactamente a las 6.15 los argentinos salieron con rifles automáticos amenazándolos si trataban de subir al barco a través de cualquier otro medio‘, según el periódico. En tanto, la presidenta Cristina Fernández reconoció que le ‘duele‘ que ‘haya argentinos que se pongan contentos‘ porque un ‘fondo buitre‘ haya logrado que la Justicia de Ghana mantenga retenida a la fragata.
La embarcación está retenida por un pedido judicial de NML, que busca cobrar unos bonos que Argentina dejó de honrar en el 2002 tras declarar la mayor cesación de pagos de la historia por una crisis económica.
Durante un acto en la Casa Rosada, la mandataria reiteró su convicción de que se va a ‘recuperar‘ el barco retenido en África. En Ghana, la situación adquirió uno de sus puntos de mayor tensión el miércoles por la mañana cuando las autoridades portuarias se presentaron ante la tripulación de la Fragata para comunicarle la intención de trasladarla a un atracadero con menor tráfico.
La acción de las autoridades portuarias fue el resultado de una moción que se presentó ante la División de Comercio del Tribunal Superior, que ordenó el traslado del muelle 11 al 6, que está ubicado a aproximadamente un kilómetro de donde se encuentra ahora.
Argentina realizó una presentación ante el Tribunal de Apelación, para evitar el traslado. El muelle 11 del puerto de Tema es considerado uno de los más concurridos y es por eso que las autoridades ejercieron presión para su traslado, ya que la permanencia allí significaría un costo cercano a los 60 mil dólares por día porque no pueden ser atracados otros buques comerciales.
La situación se prolongó durante cuatro horas hasta que llegó al lugar la embajadora argentina en Nigeria, Susana Pataro, quien también tiene injerencia en Ghana, y consiguió que la tripulación que quedó a bordo ‘depusiera las armas hacia la noche‘. Abogados argentinos afirmaron que ‘podría ser peligroso desplazar el barco, ya que los más de 280 miembros de su tripulación ya abandonaron Ghana el mes pasado‘.
