La iglesia hizo escuchar su vos y lanzó varias críticas en relación a la pobreza y el uso de drogas. Desde la Comisión Episcopal Social, el jefe, Jorge Casaretto indicó que gestarán espacios de diálogo para buscar consensos, erradicar la pobreza y promover del desarrollo integral. El obispo Eduardo Martín, de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, explicó que “no tener trabajo es la gran deuda y el peor atentado”. La educación, el trabajo digno y las políticas de Estado son las claves para “salir de la pobreza”, pero estimó necesario “pasar de la potencialidad al acto”. Por otra parte el jefe de la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones, obispo Jorge Lozano, advirtió que “la situación es angustiante y abarcativa de diversas condiciones sociales”, por lo cual exhortó al Estado y a la toda la sociedad a “ocuparse” de las víctimas. El coordinador de la Comisión, Horacio Reyser, sostuvo que “la drogadependencia es una enfermedad bio-psico-social-espiritual, que afecta al hombre y a todo su contexto” y consideró que “la clave está en la educación y la prevención”. El equipo de Pastoral de las Villas de Emergencias porteñas pidió al Estado y a la sociedad convertir en “causa nacional” la lucha contra el paco, e indicó que, “hace explotar la marginalidad y es el rostro más sangriento de la exclusión”.
