Aparte de los incendios provocados o alimentados por el viento, el panorama desolador de árboles caídos, cables sobre las calles, postes en el suelo y carteles arrancados se repitió en varios departamentos. Pero donde más se notó el daño general fue en Jáchal y Caucete y, en menor medida, en Angaco.

En Jáchal no sólo se vio todo ese tipo de desmanes, sino que también fue interrumpido el servicio eléctrico en el casco urbano y en diversos distritos rurales. Además, explotó el parabrisas de una movilidad de una de las empresas de transporte de pasajeros que llegaba desde San Juan al llegar a la zona de San Roque, y la gigantografía de la vieja biblioteca que había instalado el fotógrafo Roberto Ruiz fue arrancada de cuajo y destruida por el viento Zonda que sopló hasta ayer y que en el departamento tuvo ráfagas que superaron los 100 km/h.

Muchos jachalleros recordaron y compararon la virulencia y violencia del viento con el que ocurrió en agosto de 2005, cuando un Zonda impresionante llegó con ráfagas de más de 150 km/h y arrancó árboles de cuajo en San José, Tamberías, San Isidro y Villa Mercedes, además de hacer volar techos, membranas y cables. Y en el mismo departamento, ayer a media mañana, un colectivo de la empresa Vallecito-Clasur sufrió la explosión de uno de sus parabrisas en pleno viaje, el del lado del chofer, afortunadamente sin dejar víctimas.

Por otro lado, en Caucete, según declaraciones radiales del intendente Juan Elizondo, cayeron varios postes de electricidad y farolas en dos fincas de Lote de Alvarez, sobre ruta provincial 270 y calle Colón. Y en Angaco, según informaron desde la Comisaría 20ma, sobre la calle Divisoria, en el distrito El Alamito, 7 postes de luz cayeron como consecuencia del viento Zonda. No hubo víctimas ni daños y personal de la empresa Energía San Juan estaba trabajando en el lugar para poder reponer el servicio cuanto antes.