España, 21 de mayo.- La Sección Tercera de la Audiencia Nacional condenó Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastián.



El tribunal considera culpables a los tres acusados de dos delitos de asesinato terrorista (por los que le impone una pena de 30 años de cárcel por cada uno), 48 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa (penados con 20 años de cárcel cada uno) y un delito de estragos, que incrementa en 20 años más las penas solicitadas, tal y como había solicitado en el juicio el fiscal Daniel Campos.



Además, les obliga a indemnizar con 700.000 euros a la familia de uno de los fallecidos, y con 500.000 a la del otro.



En su informe de conclusiones finales, Daniel Campos, representante del Ministerio Público pidió al tribunal, presidido por el magistrado Alfonso Guevara, que dictara una sentencia condenatoria contra los supuestos responsables de colocar la bomba que "sesgó la vida" de dos personas e "hizo saltar por los aires la esperanza de tantos ciudadanos que veían que la violencia de ETA podía llegar a su fin".


Campos defendió que no hay "ninguna duda" de que Sarasola, Portu y San Sebastián son "los autores de tan execrable crimen", porque hay "una abundante, contundente, independiente y unívica prueba" de su participación".



El fiscal elevó de 900 a 1.120 años la petición de penas para cada uno de los tres acusados al concluir que fueron 52 los heridos en la explosión y no los 41 que un primer momento calculó.



Campos pide 20 años de cárcel por cada una de las víctimas basándose en los cargos de homicidio y de homicidio en grado de tentativa.



En la explosión, dos meses antes del fin del alto el fuego permanente que ETA había decretado en marzo de 2006, murieron los ecuatorianos Estacio y Palate.



En su escrito provisional de acusación, la fiscalía consideraba que los tres etarras son responsables de dos delitos consumados de asesinato terrorista, uno de estragos terroristas y 41 de intento de asesinato, en relación con el número de personas heridas por la explosión.



El Ministerio Público también solicitaba que los tres presuntos terroristas indemnicen con 500.000 euros a cada familia de los asesinados.



Los tres presuntos condenados volverán a sentarse en el banquillo los próximos 25 y 26 de mayo por intentar colocar un coche-bomba en la zona comercial de Azca en Madrid, en 2007.



La sección primera de la Audiencia Nacional también juzgará a su compañero del comando Elurra Joseba Iturbide.



El fiscal, que pide penas de entre 30 y 33 años de prisión, les imputa un delito de conspiración por estragos terroristas, pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos, y añade para Portu y Sarasola el de tenencia ilícita de armas.



Para perpetrar el atentado en Azca, Portu alquiló en Irún (Guipúzcoa) un coche, modelo Kia Picanto.



Los presuntos terroristas eligieron el aparcamiento existente entre el edificio de El Corte Inglés y el BBVA para colocar el citado vehículo con explosivos, pero al final no lo estacionaron por la detención de Portu y Sarasola.