El canje de deuda impaga de Argentina tuvo una aceptación del 66,8 por ciento por contabilizaciones de último momento, dijo ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Argentina había anunciado la semana pasada que el canje por 18.300 millones de dólares en obligaciones incumplidas había tenido una adhesión del 66 por ciento. “Acabamos de concluir el canje de la deuda con un 92,5 por ciento, porque en realidad a último momento se contabilizaron 180 millones de dólares más, lo que nos hacen llegar a 66,8 por ciento; casi el 67 por ciento del canje”, dijo Fernández de Kirchner a periodistas durante la Cumbre del G-20 en Canadá, según un comunicado del Gobierno.

La cifra de un 92,5 por ciento de deuda normalizada surge de la operación de canje que se cerró la semana pasada más la reestructuración del 2005, que fue rechazada por casi un cuarto de los acreedores. El país sudamericano cayó en cesación de pagos en 2001/2002, cuando su economía colapsó, quedando desde entonces virtualmente marginado de los mercados voluntarios de deuda. Con el cierre del canje de deuda el país apunta a restaurar su credibilidad y volver a colocar títulos a tasas de un dígito.