Marcelo Bielsa, quien hoy debuta con Chile ante Honduras, apeló ayer al sentido del humor para referirse a su regreso a un Mundial, luego de 8 años, cuando estuvo en Corea-Japón dirigiendo a Argentina. El técnico que cumplirá 55 años el próximo 21 de julio, el mismo que piensa cada palabra antes de pronunciarla, respondió respecto a que cambios tuvo entre 2002 y hoy: "Me siento más viejo, ocho años en esta profesión empeoran el carácter y la salud; en todo caso estoy peor", soltó con una de sus tímidas sonrisas.
"¿Por qué le apodan "Loco"?", le tiró una periodista alemán y el rosarino decidió seguir de buen humor: "Se justifica en exageraciones de mi comportamiento; de las acepciones del diccionario elegí la más suave".
Sigue siendo el Marcelo Bielsa que explora en todas sus frases el rico vocabulario del castellano. Pero sus conferencias de prensa ya no son como aquellas tan tensas cuando estaba al frente de la celeste y blanca, a la que renunció en septiembre de 2004 aduciendo falta de energia, en las que le llegó a pedir a los periodistas que busquen otra forma de comunicarse porque, dicho con otros términos, la pasaba mal. "Odio cuando (los periodistas) no aciertan en la transcripción de lo que dije. Sé que deben resumir en una línea una idea que desarrollé en 50 frases, pero prefiero que nadie me conozca a que me conozcan equivocadamente… No tengo problemas si me atacan por lo que creo o pienso o siento, pero sí que me critiquen por cosas que no dije, o que me pusieron creyendo que las dije", confesó un tiempo atrás.
Ahora más sereno, Bielsa busca mejorar la floja actuación que tuvo en su primer Mundial, con 46 años. Ya aclaró que no toma a este torneo como una revancha, porque considera que son selecciones y contextos diferentes. Y también intenta separarse de una incipiente dicotomía en la patria futbolera argentina, que tanto necesita de los Boca-River, de ser "bielsista" (obsesión por el trabajo) o "maradoniano" (el talento natural del genio), cuando elogió el debut de la Selección argentina ante Nigeria: "Fue un juego con mucha capacidad de gestión ofensiva, una expresión muy agradable de fútbol, aunque sin la contundencia que uno podia imaginar".
Bielsa, el que tiene a Chile en un bolsillo, volverá a una cancha de un Mundial. El que es más recordado en Argentina por el fracaso de 2002, que por la primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos (Atenas 2004), dará otra vez un show de indicaciones. Y si no vuelve a tener una buena actuación, el presidente de la Asociación chilena ya adelantó que lo mismo quiere extenderle el contrato.
