Atacantes suicidas talibanes dejaron ayer al menos 88 muertos y unos 105 heridos en una academia paramilitar en el Noroeste de Pakistán, y sus líderes prometieron más violencia por la muerte de Osama Bin Laden en un asalto estadounidense en el país la semana pasada.
Los atentados suicidas se produjeron en las afueras de la base de la unidad Cuerpo Fronterizo (FC), en el distrito de Charsadda, cuando los reclutas se disponían a abandonar el centro de instrucción.
Alrededor de 900 jóvenes dejaban el FC, después de pasar 6 meses allí, ‘Estaban de buen humor y con ganas de ver a sus familias, por lo que unos cuantos habían traído regalos‘, aseguró un sobreviviente.
El oficial de policía Jehanzeb Khan dijo que entre los muertos hay tres civiles y que el resto son reclutas, mientras que el director de un hospital en Peshawar dijo que 15 de los heridos se encuentran en estado grave. Además, dijo que unos 20 vehículos quedaron destrozados debido a las dos explosiones.
Este es el primer ataque suicida de estas características, en Pakistán desde la muerte de Bin Laden el 2 de mayo, y reforzará la opinión de que su eliminación no erradicó la violencia porque Al Qaeda no está centralizada y seguirá inspirando a otros grupos diseminados por el mundo y unidos por una ideología. Aquel mismo día una bomba detonada a distancia estalló también en Charsadda, cerca de una mezquita, y mató a 9 personas.
‘Esta es la primera venganza por el martirio de Bin Laden. Habrá más‘, dijo el portavoz talibán Ehsanullah Ehsan por teléfono desde una ubicación no revelada.
‘Advertimos a la gente que no debe permitir que sus hijos se alisten en las fuerzas militares y paramilitares paquistaníes, porque estamos planeando más ataques contra ellas. Pronto van a ver ataques aún más grandes a las fuerzas de seguridad‘, agregó el talibán.
Khan informó que los dos suicidas se dirigieron en motocicletas a la entrada principal del centro cuando los reclutas cargaban sus pertenencias a un autobús. Uno de los atacantes hizo estallar los explosivos junto a un autobús y el segundo se hizo volar por los aires cuando la gente acudía al lugar para rescatar a las víctimas de la primera explosión.
Los FC están integrados de forma preeminente por pastunes, la misma etnia que habita las zonas tribales, a diferencia del Ejército regular, dominado por punyabíes y que tan sólo se despliega cerca de la frontera con Afganistán. Aunque los FC llevan a cabo continuas operaciones contra la insurgencia talibán en el Noroeste paquistaní, formalmente son una fuerza de seguridad separada del Ejército y bajo el departamento policial.
