Buenos Aires, 27 de julio.- Julián Leandro Maugeri tenía 21 años y murió ayer después de una pelea. Había ido a bailar a la fiesta Kravi, un evento muy popular entre jóvenes que se hace en Phuket, un boliche ubicado en Avenida La Plata e Independencia, en Caballito. Los investigadores suponen que hubo una pelea dentro de la disco y que el enfrentamiento terminó afuera, a una cuadra de la disco.
Un taxista que pasó a las 7.30 por la esquina del boliche le dio aviso a un móvil de la comisaría 10a, que patrullaba la zona. Cuando los agentes llegaron al lugar del hecho, Maugeri no tenía signos vitales. El SAME acudió al lugar cuatro minutos después constató que el joven había fallecido. A su amigo –un chico de 18 años, cuyo nombre no trascendió– tuvieron que trasladarlo al hospital Durand por un fuerte traumatismo en la cara.
“ Al parecer, Maugeri vio algo que molestó al grupo de agresores. No sabemos si dentro o fuera del boliche y tampoco hemos establecido si se conocían desde antes del enfrentamiento”, dijo a Clarín una fuente con acceso a la investigación.
“Esto fue por partes. Primero se pelearon cerca del boliche porque se acercó uno al puesto de diarios con sangre en la boca. Después de limpiarse, él y dos más fueron hasta la esquina donde se produjo la pelea en la que murió el otro chico. Todo fue muy rápido, en menos de diez minutos”, contó un canillita de nombre Juan, a la prensa.
El testigo sugirió además que entre los agresores había “alguien que sabía pelear” o conocía de “artes marciales” y dijo que creer que “algún problema habrán tenido” los dos grupos involucrados ya que “hubo bronca y cizaña”.
Juan Manuel Fernández Somoza, relacionista público y encargado de la confección de la lista de invitados de Kravi, dijo a Clarín que no se registraron peleas dentro del boliche durante la madrugada y tampoco en las zonas cercanas al menos hasta las seis, horario en el que cierra el local. “Nosotros supimos que hubo una pelea pero a tres cuadras de la disco”, señaló Fernández Somoza. El boliche cuenta con un sistema interno de cámaras pero el relacionista público no sabe si graban. La Justicia aún no pidió esas cintas.
