Dos hombres de Bermejo, Caucete, confesaron que se alternaron en el uso de una carabina calibre 22 para matar de 7 tiros a un puestero de Angaco en abril de 2011. Ante los jueces Ricardo Alfredo Conte Grand, Eugenio Barbera y Eduardo Gil (Sala III, Cámara Penal) los acusados Humberto David Naveda (35) y su cuñado Adolfo Enrique ‘Zorrito’ González (40) ratificaron su intención de evitar un juicio común y aceptar un proceso abreviado admitiendo y mostrándose dispuestos a purgar una condena de 8 años de cárcel por ese crimen y por portación ilegal de un arma de fuego.

El juicio abreviado fue el acuerdo al que llegaron el fiscal José Eduardo Mallea con los imputados y sus defensores Fernando Chávez y Mauricio Portell. Ahora, el tribunal debe resolver.

EL HOMICIDIO

El 10 de abril de 2011, luego de una corta visita a sus familiares y de comprar mercadería en el centro de Angaco, Daniel Ruarte (55) partió en su mula hacia su lejano puesto angaquero de ‘Agua Brava’, en la zona de la Sierra de Pie de Palo. Se fue dejando dos consignas: que volvería a mediados de mayo y que se iba por temor a que los Naveda le robaran sus vacas.

El miedo estaba justificado: abril es cuando más carne se vende por la fiesta de San Expedito, en Bermejo, Caucete, el lugar habitual de los Naveda.

Pero Daniel nunca volvió. Y fueron sus propios familiares los que juntaron todas las evidencias que ligaban su extraña desaparición a los Naveda y su puesto de Ampakama, a 50 km de Bermejo.

Así, se toparon con su rancho quemado y su mula sin herraduras (para despistar) ni montura ni aperos. Comentarios de los Naveda de que Ruarte ya ‘no molestaría más’. Y la pista clave, pisadas de vacas arriadas desde el puesto de Ruarte por parte de un caballo y una mula, más las pisadas del animal de la víctima siguiendo esos rastros.

Todo terminaba en Las Aguaditas, a unos 6 km del Ampakama, la casa de los Naveda. Allí la Policía halló el cuerpo de Ruarte y, en el rancho de los Naveda, la carabina que los cuñados usaron para matarlo, con la increíble versión de que lo hicieron porque Ruarte era él quien les robaba.