Elsa Rosalinda Díaz se llamaba, era viuda, tenía 57 años y varios hijos. Vivía en el barrio Santa Rosa de Media Agua, Sarmiento, y tenía pensado viajar a ver a una de sus hijas, Cintia, radicada en Santa Cruz.

Según fuentes del caso, el viernes en la mañana salió desde su casa hacia la Terminal de Ómnibus de Capital, para comprar el pasaje y regresar a su domicilio, antes de emprender su misión de visita al Sur. Sobre las 10 del viernes, envió un mensaje a uno de sus hijos diciendo que iba llegando a destino en micro, pero en la tarde del mismo día intentaron comunicarse con ella y ya no fue posible.

Un cruce de llamados con Cintia sirvieron para constatar que a la provincia sureña no había llegado, pero la situación se hizo más preocupante porque seguía sin dar señales. Hasta ayer, alrededor de las 19, cuando uno de los habituales concurrentes a una cancha de fútbol de calle Güemes, al Sur de Ruta 20, frente al hiper mayorista Jaguar, la encontró muerta en un baldío, boca arriba, sin zapatos, con los pantalones bajos y algunas de sus pertenencias a un costado.

Según las fuentes, sólo faltaba su celular, pero la ausencia de ese elemento no inclinó la balanza a favor de un supuesto robo, pues la víctima aún conservaba un anillo y un par de aros de oro.
La intervención de la Policía bajo la dirección del juez de Instrucción Maximiliano Blejman, permitió enseguida establecer que se trataba de Elsa Díaz. Y plantear como hipótesis principal de su tragedia, un supuesto abuso sexual seguido de muerte, un resultado que parecía incluir la existencia de golpes y el ahorcamiento de la víctima, dijeron anoche fuentes de la investigación.

La escena del crimen dejó instalada también la teoría de que la mujer pudo conocer a su atacante, pues todo parecía indicar que no fue llevada a la fuerza hasta el baldío y que, en cambio, llegó hasta allí por propia voluntad, señalaron voceros de la investigación.

Por eso, anoche los policías estaban concentrados en desentrañar el círculo íntimo de la mujer, conocida en la seccional de Sarmiento por continuos conflictos vecinales, uno de los cuales la llevó a denunciar a un vecino por amenazas en febrero pasado, dijeron las fuentes.