El contratista de finca Segundo Ernesto Melián (62) pareció haber comenzado con el pie izquierdo la recta final del caso que lo tiene como único acusado de matar a golpes (con la culata de un rifle y la pata de madera de una silla) a la mujer con la que compartió tres años de relación y con la cual tuvo dos hijos, uno de los cuales tenía 7 años cuando presenció el brutal crimen. Ayer, en el inicio del juicio en la Sala I de la Cámara Penal, el fiscal Gustavo Enrique Manini, reprimió duramente el intercambio de diálogos, bromas y risas entre el acusado y sus parientes antes de que el tribunal ingresara al recinto: “Dialoga y sonríe como si esto fuera un hecho gracioso”, explicó luego el fiscal al tribunal pidiéndoles tomar medidas. Instantes después, la jueza Silvia Peña Sansó de Ruiz, advirtió a los presentes, también a Melián, sobre el comportamiento a tener en la sala de audiencias y prometió desalojos a quienes no cumplan.

Después, se dio lectura a la acusación con los crudos hechos atribuidos a Melián, por el crimen de Carolina Beatriz Tejada (37) en enero de 2014 en la casa del sospechoso en el distrito Dos Acequias, en San Martín.

Melián y Tejada habían convivido tres años y tuvieron dos hijos, un varón y una nena. Pero todo terminó (según el expediente) a causa de la agresiva conducta del hombre (ella lo denunció en diciembre de 2013) que luego de la separación, insistía con volver a reiniciar el vínculo, aunque sea a la fuerza.

La noche del 17 de enero, se las ingenió para que una vecina le mandara un mensaje a Carolina diciéndole que vaya a verlo, porque estaba mal. Pero apenas llegó, comenzó una enésima discusión delante del niño, que empeoró al punto de tomar un rifle calibre 22 para amenazarla. A última hora de ese día, la mujer llamó a su hija mayor, una chica de 17 años, para que la rescatara. Y la jovencita llegó con su tío, que debió esconderse en un árbol porque Melián lo recibió con 3 tiros. Luego, ocurrió lo peor: la golpeó con la culata del arma y también con un palo. Y hasta intentó matarse con un cuchillo, pero lo metieron preso. Tres días después, Carolina perdió la vida.