Fue el tercer refuerzo confirmado para este nuevo modelo de San Martín. Llegó en silencio. Después de una buena temporada en Merlo, dio un salto importante en su carrera al recalar en el Verdinegro, un equipo que a diferencia del Charro pelea por la parte superior de la tabla. Es mendocino, tiene 25 años y un pasado por las inferiores de dos de los clubes más grandes del país como Boca e Independiente. Se trata de Maximiliano Barreiro, autor del gol del equipo de Darío Franco en el amistoso del miércoles ante los juveniles de Godoy Cruz. Es una de las historias del fútbol y el atacante sabe que en San Juan tiene un gran objetivo, hacerse un nombre propio.
"Se armó un grupo con mayoría de jugadores jóvenes, que por ahí no tienen tantos antecedentes dentro del fútbol. Uno viene a San Martín para formar su propio nombre. Tener su identidad dentro del ambiente del fútbol y esperemos poder lograrlo”, comentó Maxi quien con un zurdazo clavó el tanto en el mano a mano ante el Tomba.
Barreiro nació en Mendoza, pero estuvo en la vecina provincia sólo hasta los 12 años. Se inició a los 10 en el mundo de la número cinco en Andes Talleres de esa provincia, donde su abuelo Pastor Acosta Barreiro fue entrenador. En una prueba lo observó Carlos "el Puma’ Morette y se lo llevó a las inferiores de Boca. Con el aval de nada menos que Jorge Griffa ingresó a la novena del Xeneize. Estuvo un año y de ahí pasó a otro gigante como Independiente. De los 14 a los 21 vivió su vida en el Diablo de Avellaneda. "Fueron años muy lindos para mí. En Boca tuve la suerte que Griffa me vio condiciones y me dejó. Fue un sueño estar en lo que es Boca. Después el paso por Independiente también fue impresionante. Conocí a jugadores que son gigantes como el Kun Agüero o Ustari. Ojalá que uno algún día pueda hacer cosas como ellos. Esa es mi idea en San Martín”, relató Maxi.
Tras un paso por Real Arroyo Seco llegó el salto a Merlo, donde obtuvo el ascenso de la B Metropolitana a la B Nacional. En la segunda categoría del país resultó clave, por ejemplo, en la Promoción por no descender ante Sarmiento donde anotó dos goles. "Cuando se me dio esta chance de San Martín no lo dudé. Era el salto que pretendía en mi carrera. Espero cumplir con lo que deseo”, recalcó.
Barreiro, quien es amante del buen vestir y ver el fútbol de ascenso por televisión, está desde que Franco llegó al club. Hizo las dos semanas de concentración junto a sus compañeros y habló del grupo que se formó: "Salvo algunos muchachos que tienen mucha trayectoria, el resto estamos queriendo formar nuestra carrera. Con sacrificio y muchas ganas todo se puede lograr. Acá la idea de todos es ser un grupo unido y poder darle a San Martín cosas importantes. Sabemos muy bien que si a San Martín le va bien, nos va bien a todos”, subrayó.
Desde que se calzó los botines por primera vez siempre fue atacante. El paso en las categorías menores lo hizo como punta por los costados, justamente la ubicación que tiene actualmente en San Martín: "Es un lugar cómodo para mí porque lo conozco casi de memoria. Me gusta el mano a mano con el defensor para hacer la diferencia y poder abastecer a un nueve como Penco, que todos sabemos de lo que es capaz”, cerró Barreiro.
