�‘Me curé del Chagas y, por eso, todos me felicitaron. El doctor, mi seño y la directora se pusieron re contentos cuando les contamos que el análisis había dado negativo‘. Con esas palabras exactas, Naim Angel, de sólo 9 años, relató cómo fue el momento en el que, después de realizar el tratamiento supo que ya no padecía Mal de Chagas. Él es el último que logró hacer desaparecer la bacteria de su sangre.
La carrera para curar la enfermedad de Naim comenzó en 2011, cuando tras un operativo realizado en la escuela República de Chile (de Chimbas), a la que asiste, se la detectaron. ‘Vinieron unos doctores y me sacaron sangre del dedo. Después, mi señorita Andrea me dijo que tenía Chagas. Entonces, tuve que ir al Sum para que me sacaran sangre otra vez‘, contó el niño. Y agregó que ‘el análisis dio positivo de nuevo. Así me enteré de que me había picado una vinchuca, que es como una chinche, yo ya sabía cómo era porque me lo habían enseñado en la escuela. Entonces fuimos con mi mamá a ver a un doctor al Hospital Rawson y él me dio unas pastillas blancas para que me curara‘.
Su mamá, Noelia Angel, contó que al principio su hijo presentó una reacción alérgica a las pastillas. ‘Le salieron unas ronchas. Entonces llamé al doctor Rubén Carrizo Páez. Él se portó muy bien con nosotros porque era sábado pero igual lo atendió. Le dio corticoides para frenar la reacción. Después, pudo seguir el tratamiento‘, recordó.
A partir de ahí, a Naim se lo sometió a análisis para ver si ya estaba curado. Por fin, el resultado fue negativo la semana pasada.
‘Fuimos un lunes al hospital y me volvieron a sacar sangre. Pero al resultado nos lo dieron el miércoles pasado y el doctor peladito me dijo que me había curado. Mi mamá lloró mucho cuando se enteró porque estaba asustada por mí. Ella estaba tan contenta que le mostró el resultado del análisis a todo el mundo‘, contó Naim con una sonrisa. Y Noelia comentó que ‘desde que nos enteramos de que él estaba enfermo estábamos preocupados. El doctor nos explicó que por tener Chagas cuando él fuera un poco más grande podía llegar a tener problemas en el corazón o digestivos y es difícil pensar que tu hijo se puede enfermar de cosas tan graves. Por eso, ahora estamos tan felices y agradecidos, porque sabemos que Naim va a estar bien‘.
