Preocupada, siempre preocupada. Con lágrimas. Traicionada por su novio. Usada por su familia… Victoria sufre. Detrás de este nuevo personaje está ella, Carina Zampini, a quien el protagónico en Dulce Amor vuelve a ponerla en la vereda de enfrente, poco transitada: la de las buenas (como también lo hizo en Malparida, como contrafigura de Juana Viale). Por un tiempo, la actriz colgó el traje de hermosa villana (que la identificó en tiras como Mujeres de nadie, Ricos y famosos o Padre Coraje), aunque confiesa que es un rol que le place.
"Para mí, encontrarme en un lugar en el que no me siento como pez en el agua, porque no es lo que estoy acostumbrada a hacer, está bueno y me divierte", dijo Zampini en charla con DYN.
– ¿El público sigue recordándola por personajes de mala?
– Sí, es increíble, no sé qué es, porque todos los programas tienen un malo, sino no hay un programa.
-¿Le gusta componer personajes de contrafigura?
– Siempre, porque son los que llevan los conflictos de la historia, son los personajes fuertes, son los que tienen acción, por eso a mí me gusta mucho hacer de mala.
-¿En "Dulce amor" la propuesta es ser contrafigura?
– En este personaje me divierto mucho porque estoy tocando cuerdas que no tocaba habitualmente en mis trabajos, porque a veces me ofrecen personajes bastante parecidos o porque la historia no entra para ese lado.
-¿Cómo es el personaje?
– La estructura del personaje es que tiene que mantenerse muy seria, por ahí tenga que ver con algún otro personaje que hice, pero lo que pasa con Sebastián en las escenas es increíble, porque hacemos pases de comedia romántica como las de Julia Roberts, no son cargas pesadas, nos divertimos mucho laburando y cortamos muchas veces porque nos reímos y está bueno.
– ¿Qué sensación le produce trabajar en ese ambiente?
– Para mí, encontrarme en un lugar en el que no me siento como pez en el agua, porque no es lo que estoy acostumbrada a hacer, está bueno y me divierte, sobre todo en las escenas en el auto con Sebastián.
– ¿"Dulce amor" es una telenovela clásica?
– Es una novela de emociones contenidas, la estética y los personajes son modernos, tienen cierto naturalismo, no son esos personajes de las telenovelas que hacía hace 17 años, que tenían como esa carga de culebrón y de teleteatro, esta es una novela.
– ¿Cómo elige entre las propuestas de trabajo?
– Depende mucho de todo, vivo de mi trabajo y si alguna vez tengo ofertas en el mismo momento evalúo qué me gusta más. En otros momentos tengo propuestas de laburo y necesito trabajar y está bien para mí, es trabajo. Tengo una mirada bastante amplia respecto al tema. Yo trabajo, soy actriz y hago lo mejor que puedo, acá en esta novela a la tarde o a la noche en un unitario donde me toque, todo lo demás me excede.
