El próximo domingo, en Mendoza (en los jardines del Julio Le Parc, a las 21, con entrada libre) uno de los fundadores del rock nacional recibirá su merecido tributo, en vida. Y el título con el que bautizaron la celebración -organizada por el Gobierno nacional- no deja margen a la adivinanza. "Sólo se trata de vivir, desde siempre’ reunirá a varias figuras y a artistas mendocinos, que irán destilando gota a gota algunos de los entrañables temas de Litto Nebbia, el homenajeado. Litto Vitale, Gustavo Santaolalla, Kevin Johansen, Silvina Garré, Juan Carlos Baglietto, Man Ray, Claudia Puyó, Hugo Fattoruso y Liliana Vitale serán algunos de los nombres que compartirán escena con Lito, para repasar 50 años de música y emociones. De todo esto opinó, vía e-mail, el inquieto creador de clásicos como La Balsa y Viento dile a la lluvia.
– Vivo con mucha humildad el poder hacer lo que amo, mi vocación, desde que comencé, ininterrumpidamente. Por cualquier lugar que ando , se me acerca alguien que siempre tiene un recuerdo afectivo relacionado con alguna de las canciones que uno escribe. Es muy emocionante.
– Soy reacio a los premios y tributos. Me cohibe todo eso y me llega a incomodar que me elogien en público. Pero por supuesto es emocionante siempre cualquier homenaje. Mucho más si están dentro de una lógica que siempre marco. Digo que los tributos tienen que ser en vida, que el tributado además esté bien y pueda participar musicalmente de el evento, como será por suerte en este caso.
– Mi relación con el ambiente en general es buena. Lógicamente que casi siempre está dada con gente que es sensible a lo que uno hace. Es un ambiente bravo este. Mucha envidia y competencia desleal, pero bueno, por suerte no todo es así. Hay mucha gente noble.
– Tuve la suerte de que mis padres, músicos, notaron condiciones en mí y me prepararon para que fuera músico. Y es lo que yo quería ser. Me transmitieron esta vocación. La música y el cine, las dos locuras.
– Creo que para la historia de la música popular, uno aporta por un lado estilísticamente si se quiere, por el estilo, la forma de componer, la interpretación vocal. Pero también, y creo que es lo más interesante, es la posibilidad de transmitir el concepto. Cómo surge la idea de dedicarse a esto con tanta pasión.
– El negocio ha invadido demasiado. Se pretende (desde la Industria), que todo sea un éxito masivo inmediato. Eso es imposible, porque se pierde el punto de partida del arte. Aparecen artistas que se conocen un verano y se olvidan un invierno.
– Creo que el éxito de La Balsa radica en una sumatoria de elementos que aparecieron en un momento que hacían falta, para nuestra generación al inicio. Luego fue un éxito popular sin importar las generaciones. Creo que porque la banda sonaba muy bien y distinta. Mi manera de cantar era algo novedoso. El formato de la canción es extraño y original. Porque no es una canción "pegadiza’ sencilla. Su letra habla del eterno tema de la libertad que es imperioso para los adolescentes, pero lo hace con metáforas que aún no se usaban demasiado en las canciones para jóvenes. Se fue pasando de generación en generación. Hasta hoy en día sigue siendo grabada por artistas de los más disímiles.
– No. Soy muy inquieto, siempre buscador o provocador de proyectos.
– Escuchar cualquier canción que uno ha escrito, versionada por quien sea, siempre es un halago. Por supuesto que los temas que se convierten en hits primero y luego son clásicos, no los puede parar nadie. Claro que estoy conforme. A veces me pregunto, hay unas 30 canciones que todo mundo conoce. La Balsa, Viento dile a la lluvia, Madre escúchame, El rey lloró, Rosemary, Rock de la mujer perdida, No importa la razón, Quien quiera oír que oiga, Sólo se trata de vivir, Yo no permito, Nueva zamba para mi tierra y así… Pero tengo escritas más de 1200 canciones. Es imposible que la gente conozca todo todo lo que uno hace. De cualquier manera hay un tipo de público, quizá más fanático, que conoce todas las canciones. Siempre en cada disco hay una que es la que tiene el "don de gustar’, la que se desprende y se empieza a divulgar mucho más que las otras.
– No soy la clase de persona que piense ese tipo de cosas. Vivo el día a día, con mucha fuerza hacia el futuro, pero con la solidez de la experiencia del pasado.
