José Hidalgo (46) dormía cuando los vecinos lo sacudieron bruscamente de su descanso para avisarle de un hecho para nada agradable: su viejo auto Ford Falcon, quemándose. La realidad superó cualquier suposición cuando el hombre llegó a la calle y se topó con el vehículo envuelto en grandes llamas. No hubo tiempo para lamentos, en el acto se sumó al esfuerzo de sus vecinos que, con una manguera y arena, entraron a atacar el siniestro. Al cabo de un rato, el esfuerzo finalmente hizo efecto porque entre todos lograron lo que Hidalgo más quería: evitar que las llamas pasaran del interior a la zona del motor.

Luego, en frío, al mecánico le quedó un convencimiento contundente: ‘Al auto me lo quemaron los que se juntan a chupar y drogarse en esta esquina. Lamentablemente la droga da para todo‘, dijo ayer.

El hecho trascendió ayer pero ocurrió el domingo alrededor de las 6 de la mañana, en la esquina de Santa Lucía y Maestro Aciar, en la Villa Villicum, en Albardón.

Hidalgo sospecha que algunos de los que participaban de una fiesta frente a su casa, primero hicieron fuego en una acequia (allí estaban ayer esos restos de fuego) y luego se las ingeniaron para forzar la puerta delantera derecha del vehículo para incendiárselo.

‘Yo no tengo problemas con nadie y no sé qué motivos tuvieron para hacer lo que hicieron y espero que la Policía encuentre a los responsables‘, dijo Hidalgo, quien tiene un taller y acondicionaba el Ford Falcon para ver si lo vendía. ‘El tapizado del auto y prácticamente todo el interior estaba original, con esto me hicieron perder fácil como $15.000‘, dijo ayer.

En la Policía sin embargo aseguraron que esperarán el resultado de las pericias de Bomberos para confirmar o no si el siniestro fue intencional. Si fue así -dijeron- recién entonces buscarán esclarecer el caso.