El obispo Oscar Ojea y el presbiterio de la diócesis de San Isidro pidieron ayer perdón público a víctimas de abusos cometidos por el sacerdote José Mercau, en prisión por delitos cometidos cuando era párroco en un templo del partido de Tigre. En un hecho inédito, la diócesis del norte del conurbano bonaerense informó que también indemnizará a cuatro jóvenes víctimas de abusos sexuales y venderá sus propiedades para asumir esa responsabilidad. El mea culpa fue leído ayer en las misas de todos los templos de la diócesis. ‘La comunidad diocesana de San Isidro piden públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el padre José Mercau, cuando era párroco de San Juan Bautista, en Tigre‘, subrayaron. Los denunciantes tenían entre 11 y 14 años en 2005 y vivían en el hogar San Juan Diego de El Talar, donde trabajaba Mercau, condenado por los delitos de ‘corrupción de menores‘.