Demasiado tiempo pasó del último grito que los hinchas puyutanos festejaron en el Serpentario. Fue muy importante, puesto que aquella noche (26/04/09), el grito de Silvio Molina puso a Desamparados en la fase final del Argentino A en la edición 2008/09 y fue precisamente ante Alumni, el mismo rival de esta noche.
Pero luego llegó la abstinencia en casa y ya suman 150 días sin gritar en casa no solamente goles, sino también sin triunfos desde aquel día.
De aquellos once jugadores que jugaron desde el arranque y que vencieron al conjunto de Villa María ninguno será de la partida hoy. Es que ya no siguen en la institución ocho de ellos: Daniel Gómez, Darío Medina, Silvio Molina, Jorge Chica, Luciano Córdoba, Mariano Núñez, Juan Pablo Fernández y Daniel Villalba. Tampoco continúa el por entonces entrenador Mauricio Magistretti. Y de los tres que permanecen en el club, ninguno podrá jugar: Pablo Pelayes (lesionado), Lucas Ceballos y Juan Sosa (expulsados). Tras aquella recordada victoria con el tanto de Molina a los 24′ del segundo tiempo, Desamparados no pudo hacerse presente en el arco rival. Porque en la fase final -siempre jugando en su estadio- empató en cero ante 9 de Julio y Patronato, y cayó frente a Cipolletti de Río Negro por 1-0. Lógicamente, que los malos resultados lo dejaron al margen de la posibilidad del ascenso.
Aunque fue en esa instancia donde recuerda un gol, que si bien fue de visitante, terminó siendo a la postre el último que se registra. Cayó el 24 de de mayo de este año, cuando Cipolletti lo venció por 3-1, donde Tomás Salinas convirtió (pasaron 122 días).
Pero si nos remontamos a la extensa sequía de local, hay que agregarle las dos fechas de la presente temporada: 0-1 ante Racing cordobés en la jornada inaugural y el 0-0 ante Maipú de Mendoza en lo que fue el más inmediato juego en casa que pasó.
Hoy, la mala racha lo vuelven a posar frente a Alumni, el último al que le anotó un gol siendo local y también el último al que venció en el Serpentario. Presagio que torcer la historia puede llegar con los mismo protagonistas, o confirmar y estirar aun más la anemia, que ya registra casi medio año sin alegrías.
