El Secretario Ejecutivo de AFA, José Luis Meiszner, admitió ayer que “los dirigentes” son los culpables de la situación de crisis que atraviesa el fútbol argentino, que vio demorado el inicio del torneo Apertura por problemas económicos.

“Que el fútbol esté mal es culpa nuestra (de los dirigentes), que además de administrar plata administramos sentimientos, y muchas veces con la finalidad de seguir adelante echamos mano a recursos extraordinarios en vez de buscar la mejor gestión para los ordinarios. Somos una buena parte del problema y ahora debemos serlo de la solución”, reconoció uno de los hombres más importantes de la casa madre del fútbol argentino.

El ex presidente de Quilmes realizó además un repaso de cómo se fue deteriorando, a su entender, la salud financiera de las entidades deportivas argentinas: “Todos los recursos extraordinarios, como la posibilidad de vender futbolistas, con los cuales las sociedades (los clubes) se sostenían, fueron reemplazando a los recursos genuinos como la recaudación, que fue muriendo, el Prode y la televisión, que nació como un sustento importante y ahora se diluyó”.