Mendoza, 16 de mayo.- Cecilia Frank tendrá a sus 27 años tendrá su partida de nacimiento y, dentro de pocos meses, el Documento Nacional de Identidad (DNI).

"Todavía no caigo porque me parece increíble", dijo quien dejará de ser una "muerta civil" por decisión de la Justicia para convertirse en una ciudadana con los derechos y obligaciones que la imprevisión le había negado.

"Han sido tantos años de ilusiones perdidas que ahora quiero recuperar ese tiempo, estudiar, encontrar un trabajo, ser yo misma", afirmó momentos antes de ser recibida por la titular de la Dirección del Registro Civil.

Según una nota publicada hoy en el diario Clarín, la sorprendente historia comenzó al nacer, en la clínica San Martín. Los padres no la inscribieron y como el sanatorio cerró y el pediatra que dirigió el alumbramiento tuvo que viajar, no pudo tener el certificado de nacimiento. La madre murió poco después y las cosas fueron quedando como estaban.

"Es cierto que mis padres se dejaron estar, tal vez un poco irresponsablemente, pero no estoy enojada sino orgullosa de mi papi, que me enseñó valores, educación y respeto", dijo Cecilia.

Es la menor de cinco hermanos. La familia es humilde. El padre es gastronómico y trabaja en un hotel. Su peregrinaje en la búsqueda de un documento comenzó en 2001, acompañada por su padre. El Estado le asignó un abogado ad honorem para que siguiera su caso. En los seis años siguientes, el profesional no se ocupó, perdió los papeles y "todo fue un desastre", comenta ella.

"Cuando sos chica no pasa nada, pero las cosas se complican cuando pasás los 18 años", detalla al recordar que fue a esa edad cuando empezó a tomar conciencia de las dificultades. Dice que tuvo "un dios aparte" al sobrevivir sin documentos y que por momentos sintió que le habían "cortado las piernas".

Las cosas comenzaron a arreglarse cuando Cecilia y su familia, sobre todo su hermana Valeria, que lideró la pelea, acudieron a la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Senadores de la Provincia. Ahora está a punto de salir de una "muerte civil".