Los precios se regirán por el dólar paralelo, que subirá más, habrá menos crecimiento, menos consumo y un contexto internacional adverso, pronostican los economistas. Pero advierten que aún se "está lejos" de la última gran crisis.
* Orlando Ferreres/ Consultora O&F
Lo que uno ve es un escenario donde no hay viento de cola, o sea, no hay un contexto internacional favorable. Al mundo le cuesta mucho seguir con el rumbo que tenía hasta ahora, y se va a quedar la economía, con una desaceleración bastante fuerte que ya se está notando. El consumo afloja y se desacelera. Y eso es malo, porque el gobierno pierde imagen. El 54 por ciento de los votos tienen que ver con la "fiesta" (de consumo), con las tasas de interés negativas, con un consumo fuerte y salarios que crecen 30 por ciento, y créditos a tasa cero y a 5 años. Eso ya no se va a poder mantener. Y la gente ahora no quiere comprar el TV, quiere comprar dólares. Porque ve que la inflación aumentó 25 por ciento y el dólar nada, entonces, es lo más barato que hay. Mi pronóstico para el 2012 es desaceleración, dificultades crecientes y pérdida de imagen por el aumento de las tarifas y la quita de subsidios. Aunque hasta ahora sólo es un anuncio, puede pasar que después, cuando venga la reacción de la gente, hagan marcha atrás, como pasó otras veces. Ahora, claro, tienen menos margen de maniobra.
* Susana Nuti/ Pta. Fundación Mercado
En forma objetiva y desapasionada uno puede decir que está bien que las mineras liquiden divisas en el país, que se frene la compra de dólar para evitar evasión o lavado y que se eliminen subsidios, porque hay una partida importantísima dentro del presupuesto que está causando muchas distorsiones y hacen crecer el gasto de una manera muy elevada. El tema es el modo en que esas medidas se implementan, controlan y comunican. Esos 3 factores hacen que 3 medidas correctas causen efectos contrarios. Generan que la gente se pregunte por qué no se tomaron antes, y causa un efecto sobre las expectativas de precios. Y el dólar es una variable sensible para el argentino. La gente ajusta precios con dólar y es su reserva de valor, y cuando ve denegada su posibilidad de resguardarse, el riesgo es la variable precios. El consumo en la actualidad no tiene cambios significativos, pero se modificaron las expectativas. Hay mucho ruido e incógnitas, y creo que el consumo se va a ir moderando, dependerá del comportamiento de los bancos respecto a las tarjetas, cuotas y promociones. Hay mucha incertidumbre y hasta que no aclare el panorama, hay un gran susto y eso da señales negativas sobre los precios y el consumo.
Ana Kulichevsky – Economista sanjuanina
La Argentina debe tener claro que los cuatro años siguientes no serán como los primeros ocho de este gobierno. La situación internacional está complicada. Creo que la clave del futuro de la economía argentina es que se elija un ministro de economía que tenga peso ante la opinión pública, que sea reconocido a nivel nacional e internacional como buen economista, no un carilindo. Se vienen 4 años no de enfriamiento de política, pero sí de cambios estructurales necesarios. Y si se toman medidas que controlen la inflación no tiene por qué haber una caída en el consumo de los argentinos. Hay que reconocer primero la inflación y luego implementar medidas para controlarla. En los planes anti-inflacionarios generalmente se superan las expectativas. Si se dice que el mes próximo la inflación será del 15 por ciento, en la realidad termina siendo del 13 por ciento. La economía responde a expectativas. Eliminar los subsidios a quien no los necesite está bien, es una forma de enfriar la economía. El freno al dólar causa el efecto contrario.
* Mariano Lamothe – Consultora Abeceb.com
Las perspectivas tienen que ver con que si no se atacan y corrigen los problemas y debilidades que hoy se manifiestan en la macroeconomía, las intervenciones se incrementarán provocando nuevas distorsiones, como es el caso de lo que está ocurriendo con el dólar hoy. Las medidas que se han implementado recientemente para frenar la compra de dólares pueden profundizar la demanda de la moneda estadounidense, en la medida que aumentan las expectativas de devaluación. A su vez esto se traduce en un incremento del dólar paralelo. El único efecto esperable es que se incremente la percepción de escasez de dólares, y por tanto suba el precio del dólar en el mercado paralelo. Es necesario reordenar los subsidios, pero lo que se ha hecho por el momento es de menor importancia. Hablamos de $600 millones frente a un total de subsidios de $74.000 millones. Tienen que avanzar en subsidios al transporte y al sector energético, pero a residenciales. El impacto sobre la economía de esta última medida va a depender de cómo se implemente.
Alejandro Caldarelli – Economía y regiones
Todas las disposiciones que ha tomado el gobierno en pos de incrementar la oferta y restringir la demanda de dólares no alcanzarían para solucionar el problema de base (que es la fuga de capitales y la baja de reservas), dado que mientras el público perciba que el dólar sigue siendo "barato" y espere una corrección al alza de su precio, demandará divisas para cubrirse de la pérdida de valor que le podría generar una probable devaluación. En efecto, una de las principales causas de la actual fuga de capitales es el atraso cambiario; es decir, el tipo de cambio se viene devaluando a un ritmo mucho menor que el incremento de precios, lo que, además de provocar una pérdida de competitividad a los sectores productores, potencia las expectativas de devaluación. Por lo tanto, la pregunta es si, con estas medidas, el BCRA logrará torcer las expectativas o simplemente ganar tiempo, pero al costo de ampliar las presiones cambiarias futuras.
Gastón Rossi -LCG (consultora Lousteau)
El año próximo Argentina deberá afrontar un contexto externo más adverso, un escenario de estancamiento y más prolongado, y la economía va a crecer menos en el 2012, entre en un 2 y 3%. Es un crecimiento más bajo que los últimos años, pero aun favorable. El Gobierno aún tiene margen de maniobra, viene de 9 años del ciclo de crecimiento más exitoso desde el 1900, y con superávit comercial, alto inédito. El problema son las inconsistencias, hay un rumbo que tiene que corregirse. La multiplicidad de objetivos que tuvo el kirchnerismo en materia de crecimiento al 8 o 9%, aumento del empleo, aumento del salario real, superávits gemelos, acumulación de reservas y desendeudamiento no van a ser más compatibles. Pero la situación está lejos de ser comparable con otras que nos tocó vivir en el pasado. Crisis para cualquier país normal es decrecer 2 o 3 por ciento, ¡y Argentina en el 2002 cayó 12% en 1 año! Estamos muy lejos de esa crisis, y esa es la buena noticia. La mala es que la bonanza previa ya no va ser más viable. Si el Gobierno decide enfrentar los problemas, tiene capacidad de maniobra para solucionarlos, tiene reservas y bajo nivel de endeudamiento.
