Para contactar los ángeles hay que aprender a invocarlos, pero antes hay que prepararse, pues sus beneficios llegan sólo a quienes lo merecen y el pedido debe ser siempre de buenas Por la Astróloga Mara
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Diario de Cuyo digital: Blog "Mara y sus buenas ondas"
Existen varias legiones de ángeles y para acercarse a ellos hay que prepararse desde diversos planos:
Desde el plano mental
Silenciando la mente, meditando y respirando profundamente hasta lograr el equilibrio, ahuyentando los malos pensamientos (negativos). Dejar la mente vacía o con pensamientos positivos visualizando todo lo bello de la vida.
Desde el plano físico
Con el hogar está armonizado, en equilibrio de las fuerzas yin y yang, después de haber realizado los rituales de limpieza, bendición y sahumado, poner varillas de incienso (sándalo, lavanda, rosa, jazmín, violeta, frutilla u otras) y música suave. Encender una vela (de miel o parafina) color blanco y ofrecer flores a los ángeles en el altar de la casa.
Desde el plano emocional
Predisponerse con amor a invocarlos y recibirlos con ternura y devoción, alejando vibraciones negativas y perdonándose a uno mismo y a quienes ofendieron.
Desde el plano espiritual
Liberados de todo lo malo se pueden elevar rezos u oraciones para acercarlos.
Existen tantos ángeles como estrellas, y hay uno para cada necesidad, como así también un ángel de la Guarda o Custodio para cada ser humano, animal o planta.
Todos reciben su presencia en algún momento de la vida, y es sencillo saber cuando lo hacen.
-Si las plantas florecen fuera de temporada por allí pasó un ángel o está en su morada.
-Si llega al hogar alguien que estaba lejos o resentido y viene de buena onda.
-Si los llamadores de ángeles comienzan a sonar sin que nada ni nadie los mueva.
-Si se estaba muy triste y apareció alguien a alegrar, ése es un ángel.
-Si se estaba en una situación desesperante, accidente, robo o atentado y aparece alguien a ayudar y desaparece luego, ése era un ángel.
-Si de pronto hay una sensación agradable y se perdona a los que ofenden, un ángel indica que ése es el camino: el del perdón.
-Si se piensa y añora mucho a alguien y esa persona llama.
-Si se despierta con ganas de vivir alegremente la vida, un ángel hizo una visita por la noche.
-Si de pronto hay una recuperación de una enfermedad o dolencia.
-Si se renace a la vida con nuevos sueños e ilusiones, un ángel de la esperanza visitó e iluminó.
-Si se cambian las metas para bien y de pronto a pesar del sacrificio y el esfuerzo se siente que se va por el camino correcto, un ángel guía.
-Si de repente se comienza a ver la vida diferente, con otros ojos; se valoran los afectos, la madre naturaleza y todo lo bueno que rodea.
-Si hay una reconciliación con uno mismo y con los demás y la paz invade.
-Si se descubre de pronto que se siente vivo, fuerte, sano y con ganas de amar.
Cada mes tiene su ángel, y el de abril es el del amor. Es el momento de las uniones (matrimonios), las reconciliaciones y el deseo de compartir la vida de a dos. Además es el momento para perdonar, abandonar rencores y experiencias dolorosas y apostar al cambio y la renovación. Este mes es bueno para todas las relaciones afectivas, no sólo las de pareja sino las que tienen que ver con los seres amados. Es el momento de la comunión de afectos y del amor.
En la Pascua de Resurrección invocar los ángeles del perdón, del amor, la protección, la salud, la paz y la prosperidad.
En el altar creado en el hogar encender una vela o cirio a los ángeles pidiendo lo que se desee, orando con amor y fe. Los ángeles de la Pascua sanarán de aflicciones y angustias y ayudarán a encontrar la luz que está en el interior, la paz, la armonía y la felicidad.
Un angel para cada pedido
De la paz y la armonía: Suaviza las tensiones entre las personas, ayuda al diálogo y la conciliación, da tranquilidad de espíritu.
Del amor: En los asuntos de pareja, para la reconciliación y resolución de conflictos en las relaciones en general.
De la fuerza: Para nuevos emprendimientos o afrontar pruebas difíciles.
Del coraje: Da mucho valor para llevar a cabo empresas difíciles o resolver problemas importantes con gran desafío.
De la alegría: Ayuda a recobrar la alegría de vivir, aleja las malas vibraciones y valora la vida y todo lo que Dios da.
De la esperanza: Infunde en el corazón, el espíritu y la mente los deseos de proyectos y metas.
De la paciencia y la tolerancia: Otorga estas virtudes ante la adversidad.
De la prosperidad: Para lograr la provisión de bienes materiales.
De la reconciliación: Para la reconciliación en la pareja o con familiares o amigos distanciados.
Del perdón: Libera el alma y la mente del rencor.
De la sabiduría: Para superar con inteligencia los obstáculos. También ayuda a los estudiantes.
De la apertura de espíritu: Abre corazón y espíritu a las señales de Dios y todos sus seres que traen un mensaje de amor.
De la Sanación: Ayuda y alivia el dolor de los enfermos.
De la Expresión: Para expresar con claridad y amor lo que se piensa o siente. Pondrá en los labios las palabras adecuadas.
De la Voluntad y la Perseverancia: Cuando se carece de voluntad para realizar las tareas o avanzar en la vida.
De la Cordura y la Ecuanimidad: Cuando una situación es crítica y se cree que la ira o la locura invadirá. Ayuda en casos de paranoia o esquizofrenia.
De la Luz: Ilumina el sendero y clarifica los deseos y acciones.
Del Trabajo: En caso de tener problemas en el trabajo o a conseguir un nuevo empleo.
De la Superación: Alienta y estimula a crecer en todos los ámbitos.
De los niños, los ancianos y los jóvenes desprotegidos: Guía y protege.
Del Consuelo y la Resignación: Cuando se perdió un ser amado o bienes materiales.
