En el mejor momento de Chile y cuando la figura en la nacional era el arquero Sergio Romero, Messi hizo una de las suyas. Otra genialidad a la que nos tiene acostumbrados que marcó el quiebre del partido con su golazo, por la categoría con la que definió.

Iban 28 minutos y tras el pase de Gago entre los centrales, Messi la paró, dejó en ridículo a su marca en la puerta del área y definió cruzado para el 1-0. “Me quedó atrás porque la cancha estaba seca y la pisé para atrás”, dijo sobre su conquista.

Tardó en aparecer, porque sólo había dejado en posición de gol a Di María al minuto, pero cuando lo hizo demostró porque es el mejor y cómo hay que desprenderse de una férrea marca.

Por ello no pudo darle tanto juego, pero en cada uno de sus toques los trasandinos temblaron. Como resultó pasando el cuarto de hora del complemento, cuando tras la pared con Di María, remató cruzado, pero esta vez el arquero Miguel Pinto le ganó el duelo.

Anoche no fue el mismo que la “rompió” ante Uruguay. Pero realizó otra faceta, buscó la descarga y no la trasladó, pero cuando lo dejaron pensar simplificó todo y dejó a Chile sin nada, como en el primer tiempo, cuando con su zurda mágica allanó el camino para el triunfo.