La estrella solitaria del crack rosarino, Lionel Messi, autor de los tres tantos -dos de ellos geniales-, justificó el amistoso que el seleccionado argentino de fútbol le ganó 3 a 1 a Suiza en el estadio Suisse Wankdorf de Berna.
Messi abrió la cuenta a los 19 del primer, la amplió a los 42 del segundo con una jugada bárbara, “marca de la casa”; y la cerró de tiro penal en tiempo de descuento. Xherdan Shaqiri, al que llaman “el Messi suizo”, había igualado a los 4 del complemento para el seleccionado local.
Salvo los destellos y los golazos de Messi, en líneas generales fue flojo el rendimiento del seleccionado argentino a lo largo de todo el encuentro. En su búsqueda de solidez, Sabella ganó por momentos con la tarea de los zagueros y la de los dos volantes centrales, pero careció de elaboración de juego.
El desequilibrio puesto en evidencia por la insistencia a trabajar los aspectos defensivos del equipo, puede leerse como una apuesta al talento de los de arriba y sobre todo de Messi, como única arma para la victoria. Los mejores cinco minutos de Argentina fueron entre los 15 y los 20, lapso en el que llegó justamente, el gol de la Pulga. Messi tomó un balón robado por Sosa, se fue cerrando desde la derecha, combinó con Agüero al borde del área grande y, tras una deliciosa devolución del ‘Kun‘, tiró un zurdazo cruzado que quedó lejos del esfuerzo del arquero Benaglio.
Suiza, armada sobre la base del Sub 17 que salió campeón mundial en 2009, despedazó en cuatro minutos esta idea de firmeza defensiva con la que había llegado al descanso Argentina. El local descubrió espacios en el fondo albiceleste, armó una combinación profunda y Shaqiri, fusiló a Romero dentro del área para establecer el 1-1. De allí al final todo era pobre, hasta que volvió a aparecer Messi.
El rosarino recibió de Agüero, gambeteó a Senderos, entró al área, fue del centro hacia la izquierda y la picó ante la salida del arquero Wolfli, que había reemplazado a Bengalio. Cinco minutos más tarde, ya en tiempo de descuento, llevó el marcador a tres con un tanto de penal tras falta al ‘Pipita‘ Higuaín. El ‘hat-trick‘ le dio el derecho a llevarse la pelota, de la que, en el seleccionado argentino, es ya su indudable dueño.
