El seleccionado argentino de fútbol, con todo su potencial, incluido Lionel Messi, visitará hoy a su par de Japón, en un partido amistoso que será una nueva prueba para el entrenador Sergio Batista, cuyo deseo es ser ratificado en el cargo, convertirse definitivamente en el sucesor de Diego Maradona y que ayer recibió el apoyo de Lionel Messi para ello.
Es que la estrella del Barcelona volvió a tomar su real dimensión ante la convocatoria y dio ayer tal vez el más contundente apoyo a la continuidad del "Checho" al resaltar su deseo de que se transforme en el entrenador efectivo de la albiceleste y destacar el juego del equipo desde que asumió su conducción. "Quiero que se quede porque nos sentimos cómodos y el grupo está bien", aseveró Messi en su primer diálogo con los periodistas argentinos que siguieron al seleccionado hasta Lejano Oriente.
Pero fue más allá: "Me gusta como estamos jugando". De esa forma abarcó las dos aristas fundamentales que al menos en la superficie se le pediría a un técnico. La palabra de Messi, considerado el mejor futbolista de la actualidad, tiene un peso enorme a días no más de que una Comisión Especial de la AFA, pero el voto específico final de Julio Grondona, defina quién será el técnico de cara al Mundial.
Luego completó con otras frases favorables al "Checho", como su insistencia en que el grupo lo conoce "hace mucho" y catalogar de "muy bueno el día a día" de la selección. Si hasta igual que el entrenador reclamó que se tenga en cuenta "el trabajo", más que los "resultados", aunque admitió que éstos "también ayudan".
No hubo comparaciones con Diego Maradona, no fue necesaria. Sus palabras contundentes lo ubican como el mejor virtual jefe de campaña para la postulación del Checho. Avaló tácitamente la decisión de Batista de mantener a Javier Mascherano como capitán, según argumentos del técnico, para evitar cargarle más presión a la Pulga. "Masche se la merece", sostuvo. Messi también reflejó su alegría por haberse "recuperado rápido" de la lesión que sufrió en el tobillo derecho ante el Atlético Madrid, aunque admitió que temió que fuera "más grave". Lio admitió que quiere "ganar un Mundial" con Argentina, aunque fue cauteloso al aludir que aún falta para ello cuatro años. Por lo pronto se entusiasmó con jugar y ganar la Copa América que se jugará a mediados de 2001 en la Argentina. "No hay que dejar pasar la chance de jugar en nuestro país y ganarla y darle una alegría a la gente", cerró.
