El crack rosarino, el mejor del planeta sin duda alguna, no puede solo. No pudo Diego Maradona en su mejor momento y menos podrá alguien en un fútbol tan físico y equilibrado. Pero Lionel Messi demostró anoche que es el As para que Argentina vuelva a tocar la gloria. Habrá que entender que el problema pasa por los futbolistas que se le colocan a su alrededor. La Pulga tuvo un gran rendimiento, que fue más allá en lo destacado por haberle tirado ese centro milimétrico para el empate de Higuaín. Le pegaron por doquier e hizo amonestar a tres rivales. Cada vez que encaró hizo la diferencia, pero en el suplementario le pasó factura el cansancio de tanto insistir. Se acabó la Copa demasiado temprano para Messi. Una auténtica injusticia.
