‘¿Puede ser cierto que le hayan dado 15 puñaladas?’, preguntó Antonio en la morgue. ‘No padre, tiene más’, le respondieron. ‘¿Cuántas más?’, insistió Antonio. ‘Muchas más. Nunca había visto algo así, tiene más de 100 puñaladas, 25 en el rostro y las demás en el cuello, el pecho, las costillas y la espalda’, le aclararon. Según el camionero Antonio Olivares ese diálogo sostuvo, ya cerca de la 1 de ayer, con el médico forense que realizó la autopsia en el cadáver de su hija.

Antonio aclaró que en esa conversación le revelaron también que la mayor de sus cinco hijos sufrió hemorragias internas y externas que le provocaron una muerte lenta alrededor de las 21 del sábado: ‘me dijeron que agonizó media hora antes de morir. Es terrible lo que le hicieron, ¡¿cómo le van a dar 25 puñaladas en la cara?! Cómo habrá quedado que tuve que velarla a cajón cerrado’, aseguró ayer Antonio, indignado.

Y agregó: ‘Pero esto no tiene que quedar así, para mí tienen que investigar también a los padres de mi ex yerno porque algo tienen que haber sabido, siempre lo apañaron en todo. Ellos supieron que mi hija estaba muerta al mediodía del domingo y nunca me lo dijeron, tampoco la Policía. En mi casa nos enteramos como a las tres de la tarde y por los vecinos’.

María Cristina Olivares (26) se llamaba la joven del brutal ataque (en la Policía hablaban ayer de unas 60 puñaladas) con sus manos atadas hacia atrás con un lazo de un saco de mujer. Madre de dos hijos de 3 y 1 año, Cristina fue víctima de un crimen pasional que -según la Policía- pudo ser instigado por su marido del cual estaba separada, Miguel Angel Palma (24), y ejecutado por la novia de siempre de ese joven, Rosa Videla (27) con ayuda de una cuñada de Rosa, Noelia Corvalán. También sospechan que un hermano de Rosa, Ramón Videla, pudo encubrirlas. Todos están presos.

Cristina se había separado de Miguel hace un año cuando lo sorprendió con Rosa en la casa de ambos, dijeron los Olivares. Desde entonces vivió en casa de sus padres en Villa Constitución, Pocito, y luego en una piecita alquilada en la misma villa con supuesta ayuda de Palma, porque a pesar del engaño y los malos tratos seguía enamorada de él y se seguían viendo.

El sábado sobre las 19 partió a traer a Palma desde la casa de sus padres para que cuidara sus hijos mientras ella iba al hospital a cuidar un enfermo. Y la suposición policial es que antes de llegar a destino fue sorprendida por Rosa y Noelia, reducida a punta de cuchillo y cargada con moto y todo en la VW Saveiro de Rosa, hasta el lugar donde la mataron y abandonaron, calle Picón al Sur de 7, entre Hipólito Yrigoyen y Vidart.
En la Policía, reiteraron ayer que el caso está esclarecido.