Un comercio con 62 años de tradición en la provincia, sufrió ayer un durísimo golpe: un incendio que devastó por completo el salón comercial en la planta baja, un depósito con mercaderías en el entrepiso y otros dos ambientes situados en el fondo: una suerte de taller y otro depósito.
Las llamas también destruyeron una costosa moto BMW y afectaron parcialmente un VW Vento. Sin contar los daños en la estructura edilicia, las pérdidas superarían los 15 millones de pesos, estimaron ayer fuentes policiales y allegados a la empresa. A los daños materiales se sumó otro problema para nada menor: la fuente de trabajo de por lo menos 25 empleados, agregaron.
Todo pasó alrededor de las 14,30 de ayer en la ferretería industrial "Autopark’, situada en los últimos 33 años en Mitre al 749 Este, entre Güemes y Avenida Rawson, en Capital. A esa hora, uno de los dueños, Guillermo Guerrero, estaba en su departamento ubicado en la última planta del edificio, pero pudo escapar ileso con su familia, indicaron.
Instantes después llegaron al lugar los bomberos al mando del comisario mayor Marcelo Heredia. Y fueron necesarias cinco dotaciones de la Policía más el apoyo de los voluntarios de Chimbas, de Santa Lucía y de camiones cisterna municipales, para controlar el siniestro y evitar que se propagara a edificios y viviendas vecinas.
El trabajo de los bomberos fue clave, porque impidieron también que el fuego dañara el subsuelo del local comercial y la casa de uno de los dueños, situada sobre el entrepiso, informaron.
De todos modos los daños fueron millonarios porque toda la mercadería del salón comercial y el depósito del entrepiso terminaron destruidas, igual que las máquinas, motores y otros objetos situados en el taller y también lo que había acumulado en un depósito contiguo a este último ambiente.
A priori, todo indica que el incendio se originó en el taller donde había combustibles y aceites. Y que por eso se propagó rápido al salón comercial. Lo que no estaba claro fue qué provocó el siniestro: ni la posibilidad de un hecho accidental ni la más grave, que alguien le hubiera prendido fuego a propósito, indicaron.
