Buenos Aires, 9 de mayo.- El paquete, sobre el que aún no existe consenso final, según coinciden los cables de las principales agencias internacionales, contempla, entre otros aspectos la instrumentación de créditos bilaterales por hasta 440.000 millones de euros cuando uno o varios países de la eurozona registren problemas de financiamiento.

A esta suma se añadirían hasta 100.000 millones de euros más en créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que 60.000 millones provendrían de la Comisión Europea, señala un cable de la agencia de noticias DPA.

Los puntos principales del acuerdo que se discute fueron informados por fuentes que participan de la reunión de ministros, de cara al inicio de las sesiones en las bolsas asiáticas, de manera de verificar la recepción que tiene en los mercados.

Antes de ingresar a la reunión, la ministra de Economía española, Elena Salgado, anticipó que el objetivo del encuentro era "defender el euro" y remarcó la necesidad de aportar más estabilidad a la moneda común.

"Haremos todo lo que sea necesario para lograr esos objetivos", añadió Salgado, que preside este semestre el consejo de ministros de Finanzas.

A la par de las discusiones que se desarrollan en Bruselas, en Washington el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy un préstamo de 30 mil millones de euros a tres años para Grecia, al que se sumarán otros 80 mil millones que aportarán las naciones europeas vía créditos bilaterales.

El plan de Grecia "es creíble, su concreción ahora es esencial", dijo el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, al anunciar la decisión del Consejo Administrativo del organismo.

De los 30 mil millones de euros aprobados, 5,5 mil millones estarán "disponibles inmediatamente", precisó el FMI, dado que forma parte del "financiamiento conjunto con la Unión Europea, por un total de 20 mil millones de euros de apoyo financiero inmediato".

En Bruselas, si bien incialmente la convocatoria comprendía a los 27 ministros de Finanzas de la Unión Europea, la reunión comprendió esencialmente a los funcionarios que integran el Comité Económico y Financiero, debido a que en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Eurogrupo celebrada el viernes hubo consenso en torno al tema.

Gran Bretaña, que no integra la Zona Euro, adelantó que no apoyará el plan, situación que resta peso a los instrumentos que pueda terminar de consensuar la UE para defender la estabilidad monetaria.

"Haremos nuestra parte para no poner en riesgo la recuperación, que está impulsándose pero lentamente", declaró Alistair Darling, el ministro de Finanzas británico.

"Si se trata de sostener el euro, obviamente esto es tarea de los países de la Zona Euro", añadió.

Por su parte, el canciller italiano, Franco Frattini, declaró que "nadie puede quedar afuera" pues se necesitan "respuestas claras y dinámicas de todos los países".

Para Frattini, según señala un despacho de la agencia noticiosa Ansa, si no se logra un acuerdo para afrontar la crisis económica "sería una señal devastadora".