Para Semana Santa, Esquel, la ciudad cordillerana de la provincia de Chubut, se presenta como una opción perfecta para disfrutar de unas mini-vacaciones. El turismo aventura, las áreas naturales protegidas, la tradicional cultura galesa, y clásicos como "La Trochita" y el Parque Nacional Los Alerces hacen de Esquel un destino ideal para el turista deseoso de conectarse con el verde y con lo natural.
Podría sugerirse que la "capital" de la Comarca de los Alerces es la ciudad de Esquel, asentada en un valle transversal de cualidades únicas, y protegida por un cordón montañoso imponente, que tiñe sus paisajes de puntas afinadas que parecen incrustarse en las nubes. La belleza de la Cordillera de los Andes, las estepas patagónicas y un pasado protagonizado por colonos y pobladores originarios hacen de Esquel un lugar especial para descubrir. Santa.
El otoño lleva a la ciudad no sólo colores que pertenecen a la gama de los amarillos y los rojizos, si no un clima templado y estable, lo que permite practicar variadas actividades de aventura en los alrededores de la ciudad, además de recorrer los circuitos del Parque Nacional Los Alerces.
Para aquellos viajeros que quieren ir por primera vez o repetir la experiencia, para la próxima Semana Santa hay una guía para aprovechar al máximo los cuatro días de esta conmemoración y maravillarse con los fantásticos recursos naturales que ofrece una de las ciudades más emblemáticas de la Patagonia argentina.
Día 1: visita a las áreas
naturales protegidas
La Comarca de los Alerces posee, en su territorio, uno de los parques más importantes del país, que es el Parque Nacional Los Alerces, el cual será declarado, próximamente, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Área protegida de 263 mil hectáreas. Está ubicado en la zona cordillerana de Chubut, en el límite con Chile. Creado en 1937, con el fin de proteger los bosques de lahuán o alerces, el Parque Nacional Los Alerces puede ser recorrido a través de sus rutas, senderos y lagos.
La excursión más significativa y tradicional que ofrece este Parque es la que lleva al Alerzal Milenario. Durante la travesía, no sólo se pueden admirar los grandes cordones montañosos, observar el cerro Torrecillas y avistar los fantásticos lagos y ríos, también se podrán vislumbrar imponentes árboles -los alerzales-, cuyos troncos desafían el tiempo: todos tienen más de 2.000 años de antigüedad. Hay un árbol que se destaca del resto: el Alerzal Milenario, un alerce "abuelo" de más 2.600 años.
Otra opción: desde el Puerto Chucao, en el corazón del Parque Nacional Los Alerces, se puede llegar, navegando por el lago Menéndez, al pie del imponente Glaciar Torrecillas. El recorrido comienza en la parte sur del lago. Allí se arriba luego de cruzar la pasarela del río Arrayanes.
Día 2: Trevelin
A sólo 25 km de Esquel, está Trevelin, un pueblo que se destaca por su cultura, sus tradiciones y su historia. De herencia galesa, Trevelin fue fundada a fines del siglo XIX por colonos galeses provenientes del valle inferior del río Chubut. En un ámbito familiar, tradicional y ameno, el turista podrá vivir una jornada como un auténtico galés, al visitar el Museo del Malacara y el Museo Andes. El legado cultural de raíces celtas de Trevelin puede apreciarse a través del clásico "té galés". Los imperdibles para la hora de la merienda son la torta de crema y la torta negra galesa. Los panes (tanto blancos como integrales), las tortas y tartas de frutas, los scons, los quesos y diversas variedades de dulces pueden hacer de la tarde un éxtasis de dulzura. Todos estos productos se sirven en platos junto con el té, haciendo de la mesa una verdadera oportunidad de degustación.
Día 3: Trochita, Museo Nahuel
Pan y Casa de las Artesanas
El tradicional recorrido de "La Trochita" dura, aproximadamente, tres horas. Se sale de Esquel y se recorren 19 km hasta llegar a la localidad de Nahuel Pan, una pequeña colonia mapuche-tehuelche. Es aquí donde los pasajeros podrán entrar en contacto con las familias descendientes de estas comunidades. Asimismo, en Nahuel Pan se puede visitar la Casa de las Artesanas -donde se venden, principalmente, tejidos-; el Museo de Culturas Originarias, atendido por jóvenes de la comunidad aborigen y el Paseo de Artesanos. Luego de 45 minutos en esta localidad, se emprende el regreso. En este momento de la excursión, es posible contemplar las maravillosas combinaciones de paisajes, ya que el tren va por la montaña. Se pueden ver desde la cordillera hasta las mesetas patagónicas; y un Esquel "desde arriba".
Día 4: turismo aventura
Una actividad que pone al turista en contacto con la naturaleza es el canopy. Esta práctica consiste en trasladarse por plataformas aéreas ubicadas en los árboles, mediante la utilización de poleas en cables horizontales. El recorrido comprende 2 km y se realiza en el centro de montaña Pueblo Alto, ubicado a 35 km de Esquel, a 13 km de Trevelin y a 5 km del Parque Nacional Los Alerces. En este centro, funcionan las tres primeras estaciones del circuito de Canopy, actividad ideal para los amantes de lo vertiginoso y de la adrenalina: la primera tiene 100 metros de largo, la segunda de 75 y la tercera de 35 metros.
Otra opción, para los más aventureros, es hacer kayak por la delgada línea que divide las cristalinas aguas de bosque del Parque Nacional Los Alerces. Los recorridos de kayak son tanto para novatos como para expertos, con modalidades y recorridos que van desde un paseo de dos horas, hasta expediciones que pueden durar varias jornadas.
El rafting es la alternativa perfecta para quienes buscan más emociones: en el río Corcovado, se podrán practicar los diferentes niveles de dificultad: clase II y III. Los más experimentados desafiar las corrientes del río Futaleufú (clase IV y V). También, las cabalgatas -pensadas para toda la familia- permiten conocer la estepa patagónica. El recorrido, realizado por los alrededores de Esquel, permite descubrir valles y senderos de montaña. Como para disfrutar Esquel en Semana Santa.
